
La valoración que hace la ciudadanía sobre la justicia está bajo mínimos. Se agrava la situación cuando se crean unas garantías jurídicas con ánimo de proteger a los procesados de posibles abusos de poder, acaba pareciendo que se les protege más que a las víctimas.
La duda es si pensar que unas garantías jurídicas a los reos no dejan más indefensas a sus presuntas víctimas.
Es muy difícil generar justicia al gusto de todos. Las mejores leyes siempre tienen aspectos que, al ser vividos en la realidad, muestran sus debilidades. Una de estas puede ser la del sistema de garantías a las personas acusadas de delitos. Como se han sufrido tantas injusticias, sobre todo en el caso de acusaciones que resultaron falsas, pero no sólo, la ley intenta garantizar a los acusados unos mínimos de respeto y posibilidad de defensa. Pero esto parece dejar más desprotegidas a las personas que han sufrido los delitos.