Dios y el destino, hasta dónde llega mi libertad: preguntas de siempre, que influyen en nuestra conducta. Según qué imagen se tenga de Dios, podemos creer que cada uno decide su destino, pues Dios le deja libre, y que la propia vida la construye uno mismo, junto con los demás, decidiendo en cada momento.
O puede creer que Dios tiene todo predeterminado en nuestra vida y sólo debemos cumplir el plan. La duda en el fondo consiste en si somos realmente libres.
Si Dios, porque es todopoderoso, lo controla todo y hace lo que quiere, entonces la libertad humana sería solo una apariencia, pues nuestra vida dependerá sólo de lo que Dios tiene pensado. En cambio, si la libertad humana es efectivamente una realidad, entonces Dios no controla realmente nuestro destino, lo cual significa que respeta nuestra libertad.
Algunos piensan que la libertad humana y la voluntad divina son incompatibles. Pero tal vez no sea así, y pueden convivir ambas.
Esta pregunta busca clarificar cómo se relaciona nuestra libertad con la voluntad de Dios. Si a final de cuentas todo depende de Dios ¿para qué me esfuerzo en hacer lo que yo quiero?
13 opiniones argumentadas
- Leticia Soberón
- Viví en una familia con mucho amor
- Francisco Lapuerta Amigo
- Filosofía
- Xiskya Valladares Paguaga
- Religiosa, Filóloga y Periodista