La inteligencia espiritual es una inteligencia existencial o trascendente que se puede definir como la capacidad del ser humano para situarse ante las cuestiones fundamentales de la existencia, como el amor y el significado de la vida y de la muerte.
Desde 1983, con el libro "Frames of Mind" de Howard Gardner, se ha dejado de hablar de "inteligencia" para pasar a hablar de inteligencias múltiples, es decir, no existe una sola manera de conocer y de aprender las cosas, sino muchas.
Una de estas inteligencias es la inteligencia espiritual, o - en las palabras de Gardner - la inteligencia existencial, que él define como "la capacidad de situarse uno mismo en relación con las facetas más extremas del cosmos –lo infinito y lo infinitesimal- y la capacidad de situarse uno mismo en relación con determinadas características existenciales de la condición humana, como el significado de la vida y de la muerte, el destino final del mundo físico y el mundo psicológico, y ciertas experiencias como sentir un profundo amor o quedarse absorto ante una obra de arte”. Según Danah Zohar, los principales rasgos de la inteligencia espiritual son: • la capacidad de flexibilidad; • el grado elevado de autoconocimiento; • la capacidad de enfrentar el dolor; • la capacidad de aprender con el sufrimiento; • la capacidad de inspirarse en ideas y valores; • el rechazo a causar daños a otros; • la tendencia a cuestionarse sus acciones; • y la capacidad de seguir sus ideas yendo contra las establecidas o convencionales. Esta decisión plantea la posibilidad y necesidad de cultivar y desarrollar dicha inteligencia y sus respectivas competencias.
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La cultura del tener, del consumo, de la competitividad, de la banalidad y de la pura exterioridad puede ser un serio freno para el planteamiento de los temas existenciales y espirituales de la vida humana. El ritmo frenético y la ausencia de espacios para la reflexión y meditación también pueden constituir impedimento para la exploración de los temas espirituales.
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El desarrollo de la inteligencia espiritual podría tener consecuencias importantes a nivel de la apertura a la diversidad, la capacidad de preguntarse el porqué y el para qué de las cosas, la capacidad de afrontar las adversidades de la vida, y el acceso a los significados profundos de la existencia y a sus más altas motivaciones.
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La cultura materialista no favorece la reflexión y discusión de los temas espirituales de la existencia. La búsqueda de espacios de silencio, reflexión y meditación puede lograr el descubrimiento de las potencialidades y competencias de la inteligencia espiritual, y en consecuencia la posibilidad de desarrollar dicha inteligencia. La lectura de libros serios sobre la temática será un buen punto de partida.
2 opiniones argumentadas
- Francesc Torralba
- Filósofo y Teólogo
- Begoña Ibarrola Lopez de Davalillo
- Psicología