El laberinto de trámites necesarios para desarrollar nuestro proyecto social puede ser una pesadilla. A veces obsoletos, injustos o interesados, sin su cumplimiento el proyecto no avanzará. Puede llegar un momento en el que tengamos que hacer frente a la administración o abandonar el proyecto.
La ilusión y motivación que impulsan nuestro proyecto y su respaldo popular, pueden ser motivo suficiente para enfrentarse a la administración.
Sin embargo, ese tipo de enfrentamientos consume recursos y energía, siendo a veces más productivo adaptarse o abandonar el proyecto.
Opiniones argumentadas
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