Los tópicos son ideas generales y simples que asumimos como reales. Es falso que todos los españoles, latinos o africanos sean perezosos, o que todos los alemanes o nórdicos sean ordenados. Los estereotipos son generalizaciones y, como tales, son irreales. Es nuestro prejuicio el que les da crédito.
Hay estereotipos y tópicos negativos, neutros y positivos. Y ninguno de ellos deja de ser la simplificación de una realidad demasiado compleja como para poder ser resumida. Pretender que en una sociedad formada por varias decenas de millones de personas todas ellas respondan al mismo patrón de comportamiento es una demostración de ignorancia. Sin embargo, esos estereotipos y tópicos funcionan muy bien en nuestra interpretación de la realidad. Ello se debe a los propios mecanismos de interpretación de la realidad a través de los mecanismos cognitivos del lenguaje, basada en la simplificación conceptual de una realidad extremadamente compleja para poder entenderla. En este sentido, necesitamos los mecanismos de simplificación del lenguaje (del pensamiento) para poder pensar la realidad. Pero una cosa es que el lenguaje simplifique la realidad y ora muy diferente, que la realidad sea así de simple.
Opiniones argumentadas
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