Quienes conviven en una casa consumen agua, energía eléctica, gas si hay instalaciones que lo usan. Además, claro está, del desgaste natural de los muebles y las instalaciones en general. Por ello lo normal es que todos contribuyan con una cantidad mensual a los gastos generales. Si son niños, obviamente no podrán contribuir, pero algunas familias les hacen saber que vivir tiene un costo y que no se vive "del aire"; realismo útil para su futuro.
Cuando somos niños, normalmente no sabemos lo que cuesta vivir. Quizá si hay estrecheces económicas, nuestros padres nos lo hagan sentir en general, pero rara vez los pequeños son partícipes de un presupuesto mensual de gastos, por lo cual pueden llegar a una edad juvenil sin ninguna conciencia sobre el costo de llevar una casa. Por eso podría ser bueno dar a conocer a los niños los presupuestos de gastos, para darles un punto de contacto con la realidad que vivirán de mayores, obviamente sin culpabilizarles si se pasan problemas para llegar a fin de mes. Y si quienes conviven son adultos, favorecer que todos colaboren, en lo posible, al sostenimiento de la casa.
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