
Estados Unidos es el país con más bases militares en el mundo, aunque no el único. Estas instalaciones acogen a personal militar y a sus familias y se utilizan habitualmente para operaciones y entrenamiento.
Aunque la mayoría de la población no percibe ni resiente esta presencia militar, en casos de crisis política pueden suponer un riesgo para la población y suponen la cesión de soberanía en parte del propio territorio, por pequeña que sea. La cuestión es que también podrían ser ocasión de defensa del país que las acoge, si hay necesidad de ello.
Las bases americanas se rigen por su propia jurisdicción, por lo que el país que las acoge pierde soberanía en el terreno cedido, normalmente a cambio de alguna contraprestación. A menudo constituyen para el país acogedor una fuente de riqueza porque generan puestos de trabajo, la mayoría procedentes de las instalaciones y servicios.
3 opiniones argumentadas

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Florentino Portero
- Doctor en Historia Contemporánea

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Reinaldo Escobar
- Periodista que vive y escribe desde Cuba

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Yoani Sánchez
- Bloguera de 'Generación Y'
