La adolescencia es un período de construcción de la identidad y de las relaciones sociales. Ocultar información sobre un tema familiar puede ser contraproducente o bien favorecedor de este proceso.
El período de la adolescencia es un tiempo de construcción de la identidad y de las relaciones sociales. A partir de él se cimentarán las formas en que los sujetos se relacionarán a futuro como adultos. De allí que para algunos expertos es necesario que en esta fase se actúe con transparencia para dar seguridad a los jóvenes. Para ello, el adolescente necesita conocer el máximo de información, ya que si siente que algo se le está ocultando -como puede ser un secreto familiar- usará diversas técnicas posibles para que se le revelen estas historias escondidas que influyen en la construcción de su identidad. En las familias, pueden existir cosas que los padres guardan en secreto como forma de protección, voluntariamente guardadas (el niño ha sido adoptado, la madre quería una niña, etc.) o consideradas por los padres como sin importancia. Los padres suelen pensar que estos secretos no tendrían que ser revelados, pero sin considerar que ante cualquier signo de no transparencia, los adolescentes no se detendrán hasta saber la verdad. Otros expertos destacan que es importante preguntar directamente a los padres cuando se siente que algo se oculta, de una manera clara y honesta.
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El darse cuenta de que hay algo que se nos oculta pero no preguntar, puede deberse al temor de descubrir cosas desagradables. Por otra parte, se puede buscar la información de otra manera y eso frena el hecho de preguntarlo directamente.
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El hecho de no saber determinadas cosas pude ocasionar comportamientos de riesgo o fracaso escolar y es importante tener la información. El no preguntara los padres puede generar angustia y desconfianza respecto a ellos. Pero a la vez, preguntar algo que les resulta incómodo, puede generar una situación complicada para todos.
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Si los padres no quieren comunicar algo, puede que sea interesante hablar con otros miembros de la familia como los abuelos o amigos de la familia (incluso con el hermano mayor que estuvo más tiempo con ellos). Informarse para saber cuál es la mejor forma de acercamiento frente a estos temas delicados de familia. Pedir consejos a otros adultos.
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