Los pequeños saben cuánta influencia tienen sobre las decisiones de compra de sus padres. Si se les ofrecen premios en forma de dulces, chocolates o golosinas, se les habituará a este tipo de refuerzos.
Los padres y educadores deben tener ideas claras y firmes sobre qué alimentos, y en qué medida, pueden dar a sus hijos para que crezcan sanos.
La obesidad infantil es un problema creciente en los países desarrollados, pero empieza a serlo también en los emergentes. Los premios en forma de alimentos azucarados puede crear un precedente riesgoso para la salud de los pequeños.
3 opiniones argumentadas
- Jaime Gómez-Ulla
- Cuenta algo de ti que contextualice tu opinión
- Iñigo Damiani Moreno
- Creo en la educación como vía para mejorar la sociedad
- Carmen Martínez González
- Pediatra. Especialista en Psicoterapia Psicodinámica