Para mejorar el aprendizaje en cualquier etapa podemos plantearnos ampliar nuestros conocimientos a través de clases de refuerzo, por iniciativa particular, impartidas por alguna persona en nuestro domicilio o en el suyo, o en alguna de las muchas instituciones que ofrecen este servicio.
La cuestión es si este gasto será una inversión con resultados, o será dinero y tiempo desperdiciados.
No todo el mundo tiene el mismo ritmo de aprendizaje; hay personas que requieren más tiempo y una atención personalizada. Las clases particulares han mostrado ser, en muchos casos, una ayuda para evitar el fracaso escolar.