En relación a la decisión ¿Creer que se pueden reconciliar religión y ciencia? esta es una opinión de Antonio Fernández Rañada

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Esta es la opinión del experto

Para Fernández Rañada no existe ninguna incompatibilidad entre ciencia y religión y esgrimirá 3 razones: El carácter histórico de la idea de Dios; que la existencia de Dios no es una cuestión científica y que la ciencia explica el cómo y no el porqué de las cosas.

Antonio Fernández Rañada ante la pretendidamente inevitable incompatibilidad entre ciencia y religión empieza por argüir que conflictos interpretados como choques entre ciencia y religión en realidad lo fueron entre grupos o escuelas científicas y teológicas concretas, o se trataron de luchas por el poder o la prominencia social. En realidad para este autor la ciencia y muchas formas de religión son plenamente compatibles. Sin embargo cabe subrayar que no todas las variadas formas de religión son compatibles con la ciencia.
 
Fernández Rañada presenta tres argumentos en favor de dicha compatibilidad:
 
Carácter histórico de la idea de Dios
 
La manera de entender la divinadad ha ido cambiando a lo largo de la historia, desde los dioses de los griegos y de los romanos, al Dios del Antiguo Testamento, al de Jesús, al del Corán, al de los filósofos, al de los místicos, al de los deístas o panteístas, al de Einstein… o sea, la idea de Dios evoluciona culturalmente.
 
Más que hablar de su existencia deberíamos hacerlo de alguna forma de Dios. Por eso no tiene sentido mantener una imagen inmutable de Él, como hacen los fundamentalistas o los muy preocupados por las tradiciones. Sin embargo los que consideran la ciencia incompatible con la religión usan a veces ideas de Dios que pertenecen a épocas pasadas.
 
La existencia de Dios no es una cuestión científica
 
La existencia de Dios no es una cuestión científica a la que puedan aplicarse los métodos de la ciencia, como tampoco lo son el sentido de la vida y del universo.
 
El campo de competencia de la ciencia es el mundo natural, es decir, la realidad observada por nuestros sentidos o por los instrumentos que los potencian, como microscopios, telescopios o termómetros.
 
La ciencia explica el cómo y no el porqué de las cosas
 
Como la religión busaca los porqués profundos y el sentido de las cosas, queda fuera del ámbito de la ciencia; por eso no debe haber conflicto si no hay interferencias entre ellas. Puede ser ilustrativo el movimiento de los planetas debido a la gravedad según Newton. Sion embargo él quería saber por qué se atraen los astros, o sea por qué de esta forma y no de otra. En lenguaje actual se diría que quería saber por qué las leyes fundamentales de la naturaleza –las de la gravedad, del electromagnetismo, de la teoría cuántica o de la física nuclear, etc- son como son y no más bien de otra manera. Pero esta pregunta es ya metafísica. Las afirmaciones científicas se pueden confirmar o refutar mediante experimento o cálculo, mientras que las afirmaciones metafísicas, son afirmaciones sobre las afirmaciones científicas sin que se puedan comprobar con experimentos o cálculos.
 
Así las afirmaciones científicas tienen un alto grado de objetividad mientras que en las afirmaciones metafísicas hay importantes elementos subjetivos.
 
Será pues importante no mezclar ambos tipos de afirmaciones, sin asignar a las afirmaciones metafisicas la objetividad que no poseen.
 
Esto es lo que ocurre en el caso de las supuestas contradicciones entre ciencia y religión, basadas muchas veces en afirmaciones metacientíficas. A veces presentadas de forma simple y esquemática, inducen a la opinión pública a confundir lo que son opiniones con verdades científicas comprobadas. Se ejerce así a veces una presión muy negativa e infundada sobre la religión.
 
 
Fuente: Fernández Rañada, Antonio. «Sobre la pretendidamente inevitable incompatibilidad entre ciencia y religión». Sal Terrae 96 (2008), p. 97-107.

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