En relación a la decisión ¿Apoyar campañas de resistencia ciudadana a los desahucios? esta es una opinión de Juan Canut Guillén

Sí

• Juan Canut Guillén
• Abogado

Esta es mi opinión de experto

Tal y como se refleja en el último barómetro publicado hace días por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) cada vez somos conscientes de la tragedia social objetiva que supone privar a ciudadanos, por las razones que sea, de su derecho fundamental a una vivienda digna. Así, los desahucios han pasado a formar parte de la lista de las principales preocupaciones de los españoles y figura ya entre las diez más citadas en el diseño de las encuestas realizadas para el baremo. En esta misma encuesta se aprecia un ligero descenso del pesimismo sobre la economía, aunque sigue siendo muy elevada la preocupación, sobre todo, por cuestiones de índole económico y de bienestar. Durante dicho periodo aumentó la preocupación ciudadana por el paro con respecto al mes anterior: la cita el 80,8 por ciento -casi tres puntos más-, y la economía siguió siendo la segunda inquietud, (42,7 %). Esta percepción negativa se refleja también en que el 90,7 por ciento ve "mala" o "muy mala" la situación económica, porcentaje que baja algo, medio punto, aunque también descienden los optimistas que creen que es "buena" o "muy buena": el 0,3 por ciento frente al 0,7 de un mes antes. Para el 47,3 por ciento, la economía estará aún peor dentro de un año -1,8 puntos menos- y sólo el 12,6 por ciento espera que mejore -cuatro décimas más-.

En este contexto han tomado fuerza inquietudes que en el último mes -la encuesta se hizo del 5 al 13 de noviembre- han sido objeto de atención y debate, como los desahucios. Este drama social ha pasado a estar entre los diez problemas más citados por los ciudadanos, en concreto el octavo, que citan el 6,3 por ciento, y además ha aumentado la preocupación por los bancos, que están en el sexto lugar con el 8,4 por ciento, tres puntos más que en octubre. En mi opinión, cuanto más conocimiento tengamos y mas conciencia tomemos de la trágicas consecuencias en las que puede desembocar la ejecución de una hipoteca por parte de una entidad bancaria y la absoluta falta de equidad existente durante todo el proceso previo a dicha ejecución, más entenderemos la necesidad de exigir ciertas reformas.