En relación a la decisión ¿Asumir que mi hijo tiene su propia identidad como joven? esta es una opinión de Silvio Gutman

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Esta es la opinión del experto

Los cambios que se producen durante la adolescencia hacen que el joven no se sienta ni niño ni adulto, y mientras nada entre estas dos aguas va intentando encontrar una nueva identidad para poderse situar ante el mundo de una manera nueva.

Aunque resulte difícil, tanto los padres como los hijos han de asumir y aceptar esta nueva identidad, y con ello una nueva forma de relacionarse. Es inevitable que empiecen a aparecer dificultades en la relación, en la comunicación y en la confianza de los padres hacia los hijos y viceversa.
 
Además, «este nuevo estatus de la identidad de los jóvenes los posiciona en un terreno de nuevas posibilidades que hasta ahora pertenecía a los más adultos». Ahora los jóvenes hacen cosas que antes no podían hacer: «puedo quedar con mis amigos, puedo decidir sin mis padres, puedo ir a bailar, puedo tener mis primeras experiencias sexuales, puedo regresar a casa más tarde, tener acceso a las bebidas, a las drogas, puedo fumar y también elegir mis propias amistades».
 
En la búsqueda de la identidad, el joven necesita encontrar en otro lugar la seguridad que anteriormente obtenía dentro del círculo familiar. Ahora esta seguridad se obtiene dentro del grupo de amigos, ya que el grupo proporciona uniformidad, porque dentro de él todos se parecen. Las similitudes entre los miembros las podemos observar en la forma de vestir, de llevar el cabello, en la manera como se comunican, todo esto hace que se sientan integrados en su identidad.

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