En relación a la decisión ¿Avalar el crédito de un amigo? esta es una opinión de David Martínez García

No

• David Martínez García
• Economía

Esta es mi opinión de experto

Una amistad madura y sólida, debe tener en cuenta todos estos aspectos y aceptar la decisión del avalista poniéndose en su lugar y aceptando su respuesta. En cualquier caso se deberá evitar ejercer cualquier tipo de presión sobre la toma de decisión. A ser posible se deberán valorar conjuntamente los pros y contras del motivo del aval y de la posición de cada parte, aceptando sin resentimientos sea cual sea el desenlace final y los motivos aportados por ambas partes.
 
Por consiguiente, para tomar una decisión razonada sobre si avalar a un amigo debemos tener en cuenta lo siguiente:

1. Como norma general no se debe avalar a nadie ni a corto ni a largo plazo (incluido a un amigo o a un hijo), ya que entraña un nivel de responsabilidad futura e incertidumbre difícil de evaluar.
2. El avalista esta asumiendo el mismo nivel de riesgo que el deudor, respecto a la deuda que avala. Si el deudor no paga, el avalista deberá hacer frente a la deuda como si fuera propia. 
3. El deudor debe ser consciente y reflexionar sobre la enorme responsabilidad y compromiso futuro que le está pidiendo al avalista. 
4. El avalista deberá evaluar adecuadamente el nivel de responsabilidad y compromiso para hacer frente a la deuda de la persona que le solicita el aval. Para ello deberá analizar como ha respondido en otras situaciones de compromiso anteriores, tanto en el ámbito financiero como personal. 
5. Se ha de ser conocedor que la entidad financiera siempre intentará conseguir un avalista que complemente la solvencia del deudor, en aras de mejorar su posición en caso de impago. Por ello se deberá analizar a fondo, si no existe otra posibilidad que exima del aval a la operación (otros bancos, otras fórmulas, etc.). 
6. En el caso de tener que avalar, debe considerarse muy seriamente el período de tiempo por el cual se ha de prestar el aval. Es muy diferente responsabilizarse de una deuda durante 3 años que durante los próximos 25 años (que por norma general se puede decir que es una aberración). 
7. No se debe ceder a la presión o el chantaje emocional que supone la relación de amistad para conseguir un aval. Muchas veces es más fácil ceder en el momento sin darse cuenta que se está adquiriendo un compromiso a largo plazo. 
8. En cualquier caso es un buen momento para evaluar el nivel de madurez de la relación de amistad o el nivel de dependencia de la misma. 
9. En cualquier caso, si existe una verdadera relación de amistad, se deberá evitar ejercer cualquier tipo de presión sobre la toma de decisión y a ser posible se deberán valorar conjuntamente los pros y contras del motivo del aval y de la posición de cada una de las partes.
10. Aceptar sin resentimientos la decisión final del amigo al que le hemos pedido el aval, ya que una amistad vale mucho más que un aval.