En relación a la decisión ¿Bañar al recién nacido cada día? esta es una opinión de Heidi E. Murkoff

No

• Heidi E. Murkoff
• Escritora. Divulgadora sobre embarazo y recién nacidos

Esta es la opinión del experto

Sobre todo durante las primeras semanas, el ritual de bañar al bebé suele ser temido por ambas partes. Por un lado los padres, sobre todo los primerizos, temen hacerles daño o no limpiarlos bien; por el otro, los bebés tardan en acostumbrarse a esta situación, aunque a muchos acaba por encantarles. Tal y como explica Murkoff, bañar al bebé entre dos y tres veces por semana será suficiente. Entre baño y baño se puede recurrir a una esponja para limpiar la cara, el cuello, las manos, los pies y el culito del recién nacido.
 
Según la especialista cualquier momento del día es bueno para bañar al bebé, aunque si se hace antes de acostarlo hará que se relaje y que por lo tanto concilie mejor el sueño. Además, cuando el bebé ya empiece a gatear bañarlo por la noche permitirá que se vaya a dormir bien limpio. En cualquier caso, hay que intentar evitar bañar al recién nacido antes y después de comer. Si se hace antes estará nervioso porque tiene hambre y difícilmente cooperará y si se hace después puede que le siente mal la comida y que tenga náuseas o, incluso, vomite. Tal y como recuerda Murkoff, otra de las cosas a tener en cuenta es el tiempo del baño. Se trata de un momento muy íntimo entre un padre o una madre y su hijo, por lo tanto, no debe estar sujeto a ninguna prisa. Y hay que tener en cuenta que no se puede dejar al bebé sólo en ningún momento.
 
Cualquier habitación de la casa puede ser buena para bañar al bebé mientras se use una bañera portátil, aunque debido a las salpicaduras es recomendable hacerlo en el baño o en la cocina. Según Murkoff, el área de baño debe estar a una altura adecuada para poder maniobrar con comodidad y debe haber espacio suficiente para poder tener a mano todos los utensilios que se van a emplear. La experta también recuerda que hay que apagar los ventiladores y el aire acondicionado de las estancias donde se vaya a bañar al bebé, así como procurar que no haya corrientes de aire. Es recomendable que la temperatura de la habitación oscile entre los 23,8 y los 26,6 ºC.
 
Hasta que el cordón umbilical y la circuncisión, si es que existe, hayan cicatrizado, es decir más o menos durante un par de semanas, se recomienda no hacer baños con inmersión. En estos casos es mejor recurrir a una esponja o una manopla.