En relación a la decisión ¿Beber alcohol? esta es una opinión de Valentín Fuster

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Imagen de Valentín Fuster

Esta es la opinión del experto

El Dr. Fuster, en su libro "la ciencia de la salud" nos explica las ventajas e inconvenientes del consumo de alcohol, "lo que ocurre en la mayoría de los pacientes es que los daños del alcohol superan con creces a los beneficios".

"En teoría, es cierto, el vino y otras bebidas alcohólicas pueden ser beneficiosas para la salud cardiovascular", afirma, "y que haya tantas personas que crean estar haciendo algo saludable cuando en realidad hacen algo perjudicial es un ejemplo de cómo una idea errónea puede extenderse como una epidemia". 
 
El vino, explica el Dr. Fuster, está demostrado que reduce el risego de sufrir enfermedades cardiovasculares y, en personas ya enfermas, reduce la mortalidad. El problema del vino, recuerda, es el alto riesgo de sobredosis que conlleva. 
 
Según investigaciones recientes, se confirma que "el vino efectivamente protege el corazón y las arterias" ya que "tiene una potente acción anticoagulante, comparable a la de la aspirina". Además, añade, "el vino es un potente antiinflamatorio", es capaz de incrementar el denominado colesterol bueno, contiene sustancias antioxidantes y, tomado con moderación "es un vasodilatador que puede ayudar a controlar la tensión arterial". 
 
"Todos estos beneficios no sólo previenen enfermedades cardíacas como los infartos, sino que también reducen en cerca de un 30% el riesgo de sufrir accidentes vasculares cerebrales como embolias".  
 
El Dr. Fuster explica que "los principales beneficios de un consumo moderado de vino se deben sobretodo al alcohol, que es el gran responsable de sus efectos anticoagulantes y antiinflamatorios, y por lo tanto son comunies a todas las bebidas alcohólocas", en ese sentido, según afirma el experto, es indiferente qué tipo de alcohol tomar, siempre que se tome con moderación "si no lo toma con moderación, más vale que no tome ninguno". 
 
A pesar de todas estas virtudes del alcohol, el Dr. Fuster remarca que él, personalmente, no recomienda a nadie que tome alcohol por razones de salud ya que, a menudo, el problema deriva de la cantidad de alcohol que se ingiere, por ejemplo en el caso de la persona que se abstiene de tomar alcohol durante seis días y el sábado por la noche se bebe una botella entera, señala el experto. 
 
Además, recuerda, "la respuesta al alcohol varía enormemente de unas personas a otras" y aunque la cantidad generalmente recomendada es dos vasos de vino (o dos cañas de cerveza) diarios en los hombres y uno para las mujeres, estos números son aproximados. Estos números son una dosis prudente de alcohol, que se puede considerar beneficiosa para casi todos y que no es perjudicial para casi nadie (a excepción, recuerda, de las personas que han sido alcohólicas, para las cuales no es recomendable ni esa pequeña cantidad).  
 
En cuanto a los inconvenientes de tomar alcohol, además del posible riesgo de habituarse y consecuentemente caer en la adicción, Fuster recuerda que "cada gramo de alcohol aporta siete calorías, casi el doble que un gramo de azúcar o uno de carne". Es decir, el alcohol favorece la obesidad, además de que su consumo por encima de las cantidades recomendadas, aumentan la tensión arterial.
 
El Dr. Fuster concluye con la siguiente idea "tenemos comprobado que hay personas que beben mucho y no llegan a tener grandes problemas debidos al alcohol y que otras, bebiendo poco, ya empiezan a tener problemas. Y si los efectos dañinos del alcohol varían tanto según cada persona, lo más probable es que los efectos beneficiosos también varíen", así pues, y como señalaba el experto inicialmente, no es adecuado consumir alcohol esperando que esto reporte un beneficio sobre nuestra salud: "basta con un pequeño exceso para que el alcohol deje de prevenir accidentes vasculares cerebrales y empiece a provocarlos". 

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