En relación a la decisión Hipertensión, ¿controlarla para prevenir un infarto? esta es una opinión de Valentín Fuster

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Esta es la opinión del experto

“Aunque la OMS destaca la tención arterial como el factor de riesgo que más muertes causa en el mundo, siete millones de muertes anuales, tanto los médicos como los pacientes seguimos sin dar a la hipertensión toda la importancia que se merece”.

Así de contundente se muestra Fuster y explica: “la hipertensión pocas veces interfiere con su vida diaria, pocas veces les causa molestias, por eso se la llama la asesina silenciosa, porque es una enfermedad traidora que no se delata con síntomas evidentes, así que la mayoría de las personas no la ve como un motivo para ir al médico”.

 “La hipertensión arterial obliga al corazón a hacer un sobreesfuerzo, ya que debe bombear la sangre con más energía para superar la resistencia de los vasos sanguíneos periféricos, lo que puede acabar degenerando en una insuficiencia cardíaca, es decir, en una incapacidad de bombear sangre de manera eficiente”.

 La hipertensión puede causar complicaciones muy graves para el paciente, “en el cerebro (…) la propia presión de la sangre puede dañar pequeños vasos sanguíneos y causar lesiones que de manera aislada son poco importantes, pero que una tras otra, a lo largo de los años, acaban haciendo estragos y llevando a la demencia senil. O bien puede provocar la ruptura de vasos de tamaño mediano y causar una hemorragia cerebral masiva”.

 En el corazón, “la ruptura de una pequeña placa de la pared de un arteria por la acción mecánica de la sangre que circula a alta presión puede obturar una coronaria y causar un infarto”.

 “Nos encontramos, por lo tanto, ante un enemigo temible que ataca desde múltiples frentes, y que lo mismo puede lanzar una ofensiva relámpago y dejar el corazón fuera de combate como actuar bajo el radar sin ser detectado durante años, causando una suma de pequeños daños que al final acaban dejando la retina, o el cerebro, o el propio corazón, irrecuperables. Cuando uno se encuentra en una situación de estrés agudo, la tensión tiende a subir. Esto ocurre porque el estrés hace que se liberen adrenalina y otras hormonas vasoconstrictoras que elevan la tensión arterial. Pero esta elevación es transitoria y por lo general intrascendente”.

 “Para detectar la hipertensión antes de que cause daños graves en las arterias, la Asociación Americana del Corazón aconseja que todos los adultos se la tomen por lo menos una vez cada dos años a partir de los veinte años de edad. En niños con obesidad o con antecedentes familiares de hipertensión, por ejemplo con la madre o el padre o un hermano hipertenso, yo aconsejaría, aunque esto no es una recomendación oficial, empezar por tomar la tensión a partir de los diez años”.

 En cuanto a los consejos sobre alimentación, Fuster recomienda reducir la ingesta de sal: “las únicas recomendaciones generales que se pueden hacer para limitar el consumo de sal son evitar los alimentos procesados y optar por alimentos naturales”.

 Pero añade que es “mucho más importante reducir el peso que restringir la sal. De hecho, la tensión arterial sube a medida que el índice de masa corporal aumenta y, en los casos de sobrepeso y de obesidad, adelgazar es la medida más eficaz para hacer bajar la tensión. Al margen de cuidar la dieta y controlar el peso, la práctica de actividad física también ha demostrado tener una gran eficacia para controlar la tensión arterial”.

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