En relación a la decisión ¿Celebrar las fiestas religiosas como eventos sociales sin su sentido original? esta es una opinión de Daniel Izuzquiza

No
Imagen de Daniel Izuzquiza
0 votos

Esta es la opinión del experto

Propone seis aproximaciones al Misterio de la Navidad, que ayuden a los cristianos a vivirlo en profundidad y coherencia, traduciendo cada uno de ellas en actitudes y acciones concretas para transformar nuestro entorno.

Daniel Izuzquiza, en el artículo «Una inculturación contracultural. Meditación ante el Misterio de la Navidad», nos acerca al sentido profundo del Misterio de la Navidad, que es siempre algo compartido y vivido en comunidad. De esta forma ofrece seis aproximaciones al éste con la esperanza de alimentar y estimular las prácticas compartidas de los creyentes.
 
Misterio del descenso
El Misterio de la Navidad no es estático, sino dinámico. En él descubrimos la dinámica del descenso, por la que Dios mismo comparte la carne, la vida, la historia y el lenguaje humanos. Dios desciende para estar con nosotros, para compartir nuestra vida. Esta dinámica es envolvente, los que la contemplan y participan de ella quedan transformados y son invitados a descender a los lugares de la exclusión social, la soledad radical, el dolor del mundo.

Misterio de (en) los nombres
En el Evangelio de Mateo un ángel se aparece en sueños a José y le anuncia que María tendrá y que: «le pondrás de nombre Jesús». Posteriormente el mismo autor hace eco de la profecía de Isaías: «la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrán de nombre Emmanuel».
¿El niño ha de llamarse «Jesús» o «Emmanuel»?
Según Izuzquiza, este juego de nombres nos desvela un pequeño misterio: Jesús significa «Dios salva», mientras que Emmanuel significa «Dios con nosotros». El Misterio de la Navidad es que Dios sólo nos salva estando con nosotros: La inculturación debe buscar la liberación, pero al mismo tiempo no se puede pretender salvar ninguna situación o persona sin involucrarse hasta el fondo en la realidad.

Misterio de la fiesta
Frente a tantos mensajes consumistas, este jesuita nos recuerda que la perfecta alegría no viene de la mano de la riqueza, del bienestar o de la opulencia, sino de la solidaridad radical con los empobrecidos.
Y aboga por renovar la alegría del regalo de la salvación y los ecos de la Resurrección, afirmando que: Necesitamos formas renovadas y creativas de expresar y compartir en comunidad una alegre sobriedad que sea tan alegre como evangélica.

Misterio del servicio
En Belén encontramos una familia perseguida, una mujer de parto, un niño en pañales, una cueva con animales y suciedad, unos pastores... En Belén hay también unos magos (reyes y sabios) que se postran en adoración. En la cueva de Belén se revoluciona el mundo, pues los poderosos se arrodillan ante los desvalidos.
En Jesús se encuentra la autoridad del servicio radical, gratuito, silencioso, fiel, encarnado. Es la dinámica del descenso divino en su dimensión política. Por eso la comunidad de los seguidores de Jesús va a encarnar la alternativa al imperio, constituyéndose como una verdadera sociedad de contraste al sistema dominante.

Misterio de la Iglesia pobre y humilde
Para Izuzquiza la imagen del niño Jesús envuelto en pañales, debe ayudarnos a evitar todo lo que sea búsqueda de poder, influencia o privilegios. Y afirma que: El verdadero espacio de la Iglesia es el del servicio radical.

Misterio de la praxis común
Propone que frente al enfoque superficial y pasajero, se vincule la Navidad con el ejercicio cotidiano del amor radical cristiano, que se haga un serio ejercicio de discernimiento a lo largo del tiempo navideño. Incluso, para evitar excesos emotivistas o reacciones que provengan de una cierta culpabilidad difusa, sugiere que «no se haga nada» durante la Navidad.
Simplemente, que se dedique un tiempo especial de oración, diálogo fraterno, ayuno (de alimento, de televisión, del tipo que sea), y se intente responder a la pregunta: ¿Qué podemos hacer para «sentar un pobre a nuestra mesa»? ¿Puede nuestra familia tener una habitación de acogida? ¿Podemos, entre varios miembros de nuestra comunidad de base, ofrecer un alquiler o un aval para una vivienda en alquiler a una familia inmigrante de nuestro barrio?...

Fuente: Izuzquiza, Daniel. «Una inculturación contracultural. Meditación ante el Misterio de la Navidad». Sal Terrae 92 (2004), p. 931-943.

×

Para poder participar debes ser usuario de Dontknow

Cargando...
×