En relación a la decisión ¿Decirles a mis hijos que su padre/madre tiene un cáncer terminal? esta es una opinión de Iñaki Martin-Gromaz Hernández

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Esta es mi opinión de experto

Según la Asociación Española Contra el Cáncer, es comprensible que los padres quieran proteger a sus hijos. Pero ocultando la enfermedad o evitando hablar de ella pueden sentirse peor. Cómo afronten nuestros hijos la enfermedad va a depender en gran medida de cómo nosotros la afrontemos.

Cuando hables con ellos de tu enfermedad y de cómo te sientes es importante que tengas en cuenta su edad. Tú mismo sabes que no es lo mismo hablar con un niño de cuatro años que con una hija adolescente. También sabes que cada niño es diferente, incluso tus mismos hijos tendrán necesidades diferentes. No puedes proteger a tus hijos de todas las dificultades de la vida, pero sí puedes ayudarles mucho, enseñándoles a manejar estos desafíos.
 
Probablemente estés preocupado y tengas dudas por lo que les vas a decir y cómo lo van a afrontar. Es difícil decir a los demás lo que te pasa, y mucho más a tus hijos. Es normal querer protegerles del sufrimiento y del dolor, pero eso no debe llevarte a pensar que “es muy pequeño, no va a entender lo que le diga, así que mejor no le cuento nada”. Sabes que no puedes ocultarles todo y que ellos quieren y necesitan saber qué te está pasando.
 
Hoy en día, hay acuerdo general entre los profesionales sobre la necesidad de informar a los niños. Cuando hables con ellos, debes ofrecerles una información sencilla, pero veraz; una información que ellos puedan comprender. Lo mejor es contarles las cosas poco a poco, en función de su edad y su nivel de comprensión. Trata de darles la oportunidad de preguntar y obtener respuestas a sus preguntas. Si lo consideras adecuado, puedes solicitar orientación a los psicólogos de la AECC que podrán ayudarte a saber qué información puedes dar a tus hijos, cómo hacerlo, etc.
 
¿Quién se lo dice?
Lo más adecuado es que seas tú mismo, pero si no te sientes capaz o estás muy angustiado, tu pareja puede ayudarte. Es importante para tus hijos que ambos permanezcáis juntos en este momento.
 
¿Cómo se lo digo?
Antes de hablar con tu hijo, debes prepararte y pensar qué le vas a decir y cómo vas a responder a sus preguntas. Esto no significa que tengas que tener respuestas a todo. Si no sabes cómo responder a una pregunta, no pasa nada porque le digas que en este momento no sabes la respuesta pero que lo vas a averiguar. No mientas a tu hijo, ni finjas que no está pasando nada. Puedes hacer que el niño pierda la confianza en ti. Mantén contacto físico y visual con tu hijo mientras hables con él. Siéntate junto a él, cógele la mano, acércate… Permítele cualquier expresión afectiva: tristeza, rabia o miedo, y dile que son sentimientos normales. Ofrécele tu apoyo y ayuda en todo momento. Trata de conocer y eliminar si existen posibles sentimientos de culpa y aclarar malos entendidos. Por ejemplo, puede que el niño piense que tu enfermedad es un castigo por haberse portado mal, que tienes que ir al hospital porque es un desobediente…
 
Si me pregunta... "¿te vas a morir?"
Si tus hijos te hacen esta pregunta, es muy probable que te sientas muy triste y preocupado. Es una pregunta difícil de responder. Es posible que no sepas qué contestar a tus hijos. Pero también es cierto que los niños, especialmente los más pequeños, pueden hacer esta pregunta con total naturalidad y tanto tú como tu pareja debéis estar preparados.

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