En relación a la decisión ¿Creer que el Budismo predica la disolución de mi «yo»? esta es una opinión de Dennis Gira

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Esta es la opinión del experto

Para explicar la noción del yo en el budismo usa la imagen de un polígono cuyos lados serían nuestros apegos. Nos aprisionamos en ese perímetro que responde al yo ilusorio, a la imagen que nos creamos de nosotros mismos. El «no-yo» es hacer estallar este yo ilusorio y liberarnos.

Dennis Gira para explicar el valor del «yo» en el budismo usará un ejemplo muy gráfico que lo ilustrará con gran claridad.
 
Así nos sugiere que dibujemos un polígono. Éste parece inofensivo si lo miramos sin hacer grandes reflexiones, pero, como nos mostrará más adelante, se trata de una verdadera prisión y fuente de todas las infelicidades del ser humano.
 
Si alguien está muy apegado, por ejemplo, a sus diplomas, cuando otra persona los critica, siente esta crítica como un ataque personal. De esta forma los diplomas se convierten en su «perímetro». Para otras personas su «perímetro» puede ser su cuenta bancaria, o el coche… o para los adolescentes la ropa o su look. Si reflexionamos un momento, fácilmente podremos dar nombre a los diferentes elementos que constituyen nuestro «perímetro» y sabemos por la experiencia, que cuando alguien toca uno de esos lados sufrimos. Lo peor es que cuantos más lados dibujemos en nuestro «perímetro» más riesgo tenemos de sufrir ya que la superficie expuesta es mayor. Construimos nuestra propia infelicidad al cerrarnos dentro de perímetros que no pasan de pura ilusión.

Tenemos tendencia a cometer el mismo error de identificar lo que somos en realidad con la imagen que nos fabricamos de nosotros mismos, y le damos a esta imagen una importancia que no merece. El budismo propone herramientas para hacer estallar el «perímetro», liberarnos de lo que nos mantiene prisioneros y ayudarnos a obtener la sabiduría.

A través de las diversas prácticas budistas, el individuo toma consciencia de que su «yo» verdadero no está en sus diplomas, ni en su dinero, ni en el coche que tiene, ni en tantas otras cosas…

Pero no se trata de achicar el «perímetro» para reducir la posibilidad de sufrimiento. Esto sería tan sólo modificar las paredes de la prisión. Se trata de un cambio radical de nuestra manera de pensar y de ser. Consecuentemente quien siga este proceso hasta el fin alcanzará la experiencia que los budistas llaman de «no-yo» o de «vaciedad del yo».

Esta «vaciedad del yo» es la consciencia de la relatividad de todo lo que le puede dar a un individuo la ilusión de tener una «existencia propia» o «independencia», la ilusión de que «su existencia» es totalmente diferente de las «existencias» que constituyen el mundo donde vive. En otras palabras, si alguien se sujeta a su «perímetro», puede estar seguro de que tendrá una vida, o una serie de vidas, muy felices.

Claro que, concluye Gira, Buda nunca habló de polígonos ni de perímetros cuando explicó la verdad que descubrió durante su experiencia de «Iluminación». Sin embargo, el ejemplo de los perímetros nos ayuda a comprender mejor algunos aspectos de sus enseñanzas.

Fuente: Gira, Dennis. El budismo explicado a mis hijas. Paidós Ibérica, 2010.

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