En relación a la decisión ¿Fijarme plazos para encontrar nuevo empleo? esta es una opinión de Borja Prieto Gómez

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Esta es mi opinión de experto

Encontrar un trabajo no es tarea de un día, más bien se trata de un proceso orientado a conseguir los resultados deseados a medio plazo, aunque, en ocasiones, puede alargarse más de lo esperado

Encontrar un trabajo no es tarea de un día, más bien se trata de un proceso orientado a conseguir los resultados deseados a medio plazo aunque, en ocasiones, puede alargarse más de lo esperado.
En estos casos, encontrar la nueva ocupación puede ser fuente de profunda preocupación e incluso desesperación. Es importante que seamos conscientes de ello para evitar, ante todo, cualquier tipo de pensamiento negativo o actitudes pesimistas. Es muy importante mantener una actitud optimista y un pensamiento positivo.
Tenemos que ser capaces de organizarnos para aprovechar al máximo el tiempo que destinamos a buscar empleo, sin olvidar que, además de nuestro esfuerzo, para encontrar empleo se exigen otras circunstancias que escapan a nuestro control.
Generalmente el desempleado suele pasar por tres fases, cada una consecuencia de la anterior.
La primera fase es la denominada de optimismo, es la del momento de las iniciativas y de los planes: viajar, estudiar un idioma, volver al gimnasio, descansar, incluso pintar la casa. Esta fase no suele durar mucho y es en ella donde debemos procurar ser más realistas en cuanto a los plazos que nos fijemos para buscar empleo.
La siguiente fase, denominada la obsesiva, es en la que empiezas a darte cuenta de que encontrar un empleo no es fácil.
Acudes a todos tus contactos, envías el currículo a todas las empresas, te pasas el día buscando oportunidades y los días son muy largos. No quieres gastar tus ahorros, así que no sales apenas. Es un círculo del que es difícil escapar.
El desempleado se topa de bruces con la realidad. Es el momento en el que se empiezan a experimentar ansiedad, insomnio, depresión.
Esta etapa será mas o menos llevadera en función a los plazos que durante la anterior nos hayamos fijado para encontrar un nuevo empleo.
A ésta la sigue un estado de apatía o acomodamiento -la tercera fase- de los que en ocasiones es muy difícil salir. Es la clásica imagen de la persona sin trabajo que se pasa el día delante de la televisión o jugando a las cartas con los amigos, que se aísla de su familia y que incluso puede acabar teniendo problemas con el alcohol.
Es gente que ha tirado la toalla, que se siente incapaz de superar esa sensación de fracaso. Nuestro experto, nos sugiere dos recomendaciones para evitar llegar a esa tercera fase: Ser razonablemente flexibles con los objetivos y plazos que nos fijemos para encontrar un nuevo empleo, sin perder nunca de vista que será imposible que controlemos todas las circunstancias que nos permitan encontrarlo en los plazos previstos y apoyarnos en las personas más próximas, tener un grupo de personas que nos presten su apoyo, no solamente moral o afectivo sino también activo, es decir, que nos ayuden a planificar una estrategia y con las que podamos contar para encontrar nuevos caminos a seguir e ideas a desarrollar. Las "lluvias de ideas" o brainstormings, tan utilizadas en ámbitos creativos, también pueden resultar altamente fructíferas a la hora de encontrar empleo.
En cualquier caso, lo importante es no desfallecer, mantener siempre la moral bien alta y tener muy presente que encontrar un empleo a nuestra medida es un proceso que debe hacerse con la cabeza en su sitio, sin presiones ni prisas siempre que ello sea posible.
Extraído de la Ponencia “Retribución Flexible: aspectos fiscales y laborales” realizada el pasado 4 de Mayo de 2011 desde el área legal de AUDALIA

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