En relación a la decisión Soy viuda ¿reinvento de nuevo mi vida? esta es una opinión de Tatiana Carrillo Gamboa

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Esta es mi opinión de experto

Tener miedo a una segunda oportunidad es natural, a menudo incluso pensamos que no la merecemos. Pero la viudedad nos puede brindar una segunda oportunidad, una oportunidad para volver a conocernos y para emprender proyectos nuevos.

Después de la muerte de nuestra pareja o cónyuge, “a nosotras las mujeres nos cuesta esto de retomar nuestras vidas. Hay muchas que viven vestidas de luto por años y décadas”.

Hay muchas mujeres que entran en conflicto con ellas mismas cuando la vida les presenta segundas oportunidades. ¿Por qué nos cuesta tanto darnos a nosotras mismas segundas oportunidades? “Una nueva pareja, o tal vez un nuevo trabajo, un proyecto de vida, retomar estudios, pensar en la posibilidad de viajar o de hacer aquello con lo que siempre soñé… ¿Por qué nos sentimos culpables cuando el deseo apunta por vivir una segunda oportunidad?”

Probablemente tenemos estos sentimientos de culpa hacia nuestros propios deseos por un simple aprendizaje social. Desde niñas, a muchas mujeres, se les asigna el papel de cuidadoras: creces, te casas, tienes hijos a los que cuidar y, cuando éstos son mayores, entonces tienes que cuidar de tus progenitores.

“Tal vez física y emocionalmente estemos entrenadas a asumir roles de cuido, y somos artistas en postergar lo que queremos. Sin embargo, hay momentos en que la vida misma nos presenta segundas oportunidades, quizás como premio por la entrega. Eso con lo que de pronto soñamos pero que por cumplir con algún mandato dejamos de lado”.

“Esta bien cuidarse, soñar por mi y para mi, esto no es egoísmo, es autocuidado. El autocuidado proporciona sentimientos de felicidad, plenitud y satisfacción. Una mujer que practica hábitos de autocuidado, que va en busca de segundas oportunidades, que busca caminos; es una mujer que inclusive tiene más para dar, porque resulta que la felicidad es contagiosa, su familia lo va a vivir con usted”.

Tal vez después de quedarte viuda “tengas que reconsiderar tu camino, animarte a hacer algo por ti”. Vamos… ¡Anímate a vivir!

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