En relación a la decisión ¿Usar un teléfono móvil como cámara de video? esta es una opinión de Norberto Gaona Vásquez
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Norberto Gaona Vásquez
- Periodismo
Esta es mi opinión de experto
Hoy casi todos los dispositivos de mano llevan cámaras fotográficas incorporadas. Las empresas de IT corren el peligro de que sus empleados puedan fotografiar información corporativa o hacer fotos inapropiadas. Los responsables de TI están estudiando la política corporativa de prohibirlos.
En 2004, cuando los dispositivos con cámaras empezaban a conseguirse con cierta facilidad, muchas compañías, preocupadas por las potenciales amenazas que presentaba el uso de estos dispositivos, se mantenían en sus trece e insistían en que los trabajadores continuarían utilizando modelos sin cámara. Cuatro años más tarde, parece que la opción más restrictiva se suaviza. Algunas compañías todavía evitan los dispositivos con cámara pero son una minoría.
El hecho de que prácticamente todos los teléfonos incluyan cámara ha hecho que las empresas reflexionen sobre la exigencia que hacen a sus empoleados de no portar móviles con cámara, pero aunque la prohibición se eliminara, eso no significa que se abra la veda para usar esta funcionalidad. De hecho, algunos departamentos técnicos usan herramientas de gestión para desactivar de forma remota las cámaras.
La razón por las se adoptan políticas sobre dispositivos sin cámara es evitar que los trabajadores hagan fotos de las pantallas de los ordenadores o de nuevos productos en desarrollo y que las utilicen para comprometer la seguridad de la información corporativa.
Frente a esto, lo ideal es establecer una política de uso clara, no una prohibición; crear zonas seguras claramente delimitadas donde esté prohibido hacer fotografías; prohibir fotografiar asuntos que sean confidenciales para la compañía; prohibir que se tomen fotografías de personas sin su consentimiento; y insistir en que no se deben hacer fotografías en zonas donde se presupone la intimidad personal.
Además, algunos dispositivos todavía se configuran y se venden sin cámara con el objetivo de satisfacer la demanda de las empresas con severas políticas de uso de cámara en los móviles.
Los vigilantes de seguridad, en ocasiones, confiscan los teléfonos de los visitantes si sospechan que llevan cámaras incorporadas o, como una medida menos drástica, optan por poner cinta adhesiva sobre el objetivo de la cámara. Pero algunos objetivos pueden ser tan pequeños como la cabeza de un alfiler y se pueden esconder fácilmente, lo que, en algunos casos, hace más complicado encontrarlas. Incluso puede ser difícil verificar que la cámara está desactivada, ya que exige un examen minucioso de la interfaz de usuario del dispositivo.
Algunos expertos opinan que las prohibiciones sobre los teléfonos con cámaras son una “respuesta exagerada” de las compañías y los departamentos de TI. Si fueras un espía no tendrías una cámara que todo el mundo pudiera ver, aseguran.
