En relación a la decisión ¿Emprender acciones sociales para transformar la sociedad? esta es una opinión de Alfons Banda Tarradellas

Imagen de Alfons Banda Tarradellas

Esta es la opinión del experto

Banda afirma que “la paz no sólo depende del individuo sino también de las instituciones y de las estructuras. Muchas de estas estructuras generan en sí mismas injusticia, opresión y esclavitudes”.

“Toda cultura se construye a partir de unas pocas opciones (Pierre Thuillier) normalmente no formuladas como tales, que la fundamentan y que, precisamente por su carácter fundamentador, se refuerzan con el desarrollo cultural. El desarrollo de una cultura refuerza las opciones sobre las que está construida y, además, tiende a llevarlas hasta el extremo. De manera coloquial: no hay freno para las opciones fundantes. Se desarrollan indefinidamente porque, al tratarse de una opción, aparecen y se aplican en todos los cruces de decisión. Pensemos en la monstruosa deriva de la economía liberal que más que dirigida por una "mano invisible" parece finalmente dirigida por una "mano oculta y sucia".
 
O pensemos en como la opción por la fuerza, es decir la aceptación de la falsa ecuación que iguala fuerza (opción) con seguridad (necesidad), nos ha llevado a la aberrante militarización y nuclearización de las relaciones internacionales. Las armas nucleares proliferan precisamente porque son desmesuradas y monstruosas, la opción por la fuerza es llevada al límite. Si queremos propiciar un cambio cultural hay que concretar en un cambio de opciones fundantes. No podemos implantar una cultura de paz conservando las opciones por la fuerza, por la economía neoliberal ni por la soberanía estatal ilimitada (esta opción es ya ahora más aparente que real). Son, además, opciones preglobals que no pueden colaborar en el buen gobierno de una sociedad global”.
 
“Para promover este cambio de prioridades, para implantar una inédita cultura de paz creo que tenemos que conseguir una gran ola (Joan Gomis) de opinión pública.  Debemos superar la fase de acumulación crítica y pasar a una fase propositiva que quizás deberá ser largamente sostenida en el tiempo. La crítica no comporta necesariamente una propuesta mientras que una propuesta alternativa contiene una crítica eficaz. Las críticas pueden ser finalmente asimiladas. Las propuestas alternativas son de más difícil asimilación por parte de las estructuras actuales.
 
Debemos ser capaces de presentar propuestas alternativas, posibles, numerosísimas, realizadas desde todo tipo de instancias cívicas y académicas, propuestas construidas desde las opciones que queremos promover (respeto, diálogo, cooperación), sostenidas por decenas o por miles de ciudadanos, presentadas a los partidos, los parlamentos, los gobiernos, a las organizaciones internacionales, ... propuestas con objetivos pequeños o tremendamente ambiciosos, locales, internacionales o globales, propuestas que por el solo hecho de ser planteadas conllevan, cada una, pero sobre todo en su conjunto, una crítica implícita y severa a las estructuras financieras y políticas y a sus opciones fundantes de dominio y de fuerza, que impiden, en definitiva, la búsqueda armónica de la realización de las auténticas pasiones humanas: la justicia, la libertad y la paz que acarrea. Se trata de utilizar a fondo las posibilidades de la democracia, que se estropea si no se utiliza”.

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