En relación a la decisión ¿Enumerar las razones que me han llevado al desempleo? esta es una opinión de Juan Torres López

No

• Juan Torres López
• Escritor y miembro del Consejo Científico de Attac España

Esta es mi opinión de experto

Lejos de ser un drama general, el paro generalizado es la situación que mejor conviene a las empresas para lograr condiciones más favorables de contratación:  Salarios más bajos, menor capacidad reivindicativa de los trabajadores y mayor sometimiento y disciplina.
El paro desmoviliza a los asalariados, los debilita en todos los sentidos y termina por provocar una condición general de sometimiento y miedo a la pérdida del puesto en quien lo tiene o de aceptación de cualquier condición de trabajo en quien lo busca con necesidad.  Esta realidad, permite a los empresarios imponer los términos más ajustados a sus intereses.
No se puede explicar el desempleo masivo sin mencionar el poder del que dispone el empresariado, sin considerar que éste está objetivamente interesado en la existencia de niveles de paro que favorezcan el uso que realizan de la fuerza de trabajo.
El problema del paro no es el de la evolución de su tasa.
Es bien conocido hasta qué punto los datos estadísticos de creación de puestos de trabajo están falseados por la multiplicación de contratos de tiempo parcial o, incluso, hasta qué punto se sobrevaloran los puestos de trabajo realmente existentes.
Los estudios de tasa de empleo son absolutamente inútiles a la hora de explicar las razones del desempleo.
Las alzas salariales tampoco son causa del desempleo.  
Uno de los motivos a los que solemos achacar el desempleo es a la presión salarial que nuestro sueldo puede haber tenido en los costes de la empresa.
Sin embargo, esta tesis no puede admitirse desde ningún punto de vista como una explicación rigurosa y certera a nuestra situación de desempleo, porque es un hecho suficiente y definitivamente contrastado que en los periodos en los que las cifras del paro son altas, los salarios se mantienen estables o varian en función elementos propios que nada tienen que ver con el empleo.
La falta de flexibilidad salarial tampoco es causa del desempleo.  
La existencia de salarios mínimos, de trabajadores "insiders o la propia actitud de las empresas tendentes a favorecer al capital humano que ellas mismas han generado en su seno no son factores detonantes del desempleo.
Tampoco lo son la falta de flexibilidad en los mecanismos para la reorganización cuantitativa o cualitativa de las plantillas (flexibilidad numérica o funcional) o la falta de movilidad espacial de los trabajadores (flexibilidad geográfica).
De hecho, la flexibilización de las relaciones laborales ha sido un proceso sin freno en los años, justamente, en los que ha aumentado más el desempleo.
Otra cosa es que hayamos entrado en una época en donde el capital requiere un trabajo cada vez más en precario, más sumiso y más desmovilizado demandando por ello cada vez mayor flexiblidad y versatilidad.
El paro no es un problema de oferta de trabajo, ni una expresión de un determinado desajuste en el mercado de trabajo provocado por salarios situados por encima del correspondiente al de pleno empleo o por una oferta de trabajo existente que no se adecúa a la demanda bien por problemas con el nivel de cualificación de los trabajadores, bien porque existen determinados desincentivos hacia el trabajo. 
Si fuera asi, podriamos concluir que el desempleo es fundamentalmente de caracter voluntario, toda vez que se produce por desajustes derivados de comportamientos cuya corrección depende expresamente de la voluntad de los trabajadores (a quienes correspondería o aceptar salarios más bajos, mejorar su formación o asumir otro tipo de incentivos).