En relación a la decisión ¿Proclamar abiertamente una decidida vocación europea? esta es una opinión de Ignacio Camuñas
- Ignacio Camuñas
- Presidente del Foro de la Sociedad Civil
Esta es mi opinión de experto
Si conseguimos sanear las estructuras de nuestro maltrecho Estado, estamos convencidos de que España podrá volver a ser un socio respetado en Europa, abandonando el lamentable papel que está representando en la actualidad.
Con una decidida vocación europea, sería deseable que España se comportase, no como un socio menesteroso y poco fiable, sino como la gran Nación europea que es. Sólo con una profundización clara de la integración europea podrá mantenerse nuestra moneda común. Es inevitable, por tanto, que procedamos a una transferencia adicional de soberanía a las instituciones europeas por parte de todos los miembros, con el fin de asegurar la disciplina fiscal y la estabilidad del sistema financiero, como pasos previos a una mayor y más eficaz integración política que cada día se demuestra más necesaria.
Todo esto hace imprescindible que España actúe con una sola voz en el escenario europeo. Por esta razón, no resulta sostenible que persistamos en nuestro afán de mantener los actuales 17 reinos de taifas, algunos de ellos en pertinaz actitud desafiante y, casi todos, en manifiesta bancarrota a consecuencia de la pésima gestión llevada a cabo por sus gobiernos respectivos. Nos humilla y nos llena de tristeza contemplar la situación de nuestro país implorando ayuda y protección para salir adelante debido a la torpeza y falta de visión de los que han tenido y tienen la responsabilidad de gobernarnos.
España, por historia y potencial, debe jugar un papel relevante en el proceso de construcción europea pero para eso es preciso que antes ponga en orden su propia casa, hoy deteriorada y en horas bajas.