En relación a la decisión ¿Sacrificar parte de mi tiempo libre para seguir formándome? esta es una opinión de Jordi Cussó Porredón

Sí

• Jordi Cussó Porredón
• Director de la Universitas Albertiana

Esta es mi opinión de experto

Sin ninguna duda es importante poder dedicar una parte de mi tiempo libre para seguir formándome. Pienso que vale la pena distinguir entre la formación necesaria para mejorar mis conocimientos en el ámbito profesional y la formación general, que siempre debo fomentar y potenciar. No hay duda que la formación en mi trabajo requiere un esfuerzo y un sacrificio importante, pues cada día la sociedad nos exige tener más conocimientos y estar siempre al día de nuestra profesión.
 
Pero la formación más general, se puede hacer de muchas otras maneras, que no necesariamente requieren tanto sacrificio y que pueden convertirse en una manera alternativa de llenar nuestro tiempo libre. Este tipo de formación, no supone necesariamente renunciar a algo y puede ser una manera incluso divertida de llenar nuestro tiempo. Además si esto se hace con el resto de la familia: hijos, esposa y padres, es una manera de mostrar a los más jóvenes la importancia del estudio y ayudarles a entender que siempre estamos aprendiendo y que los conocimientos que adquirimos repercuten positivamente en el ámbito escolar, laboral, pero también familiar y social. La gran excusa para no formarnos es la falta de tiempo, pero lo cierto es que lo único que tenemos los seres humanos es tiempo.
 
Otra cosa muy distinta es cómo lo administramos. Si no tenemos tiempo para formarnos, es porque no le damos la importancia requerida, o porque nos parece mejor dedicarlo a otras cosas. Pero si en nuestra escala de valores priorizamos la formación, seguro que encontramos tiempo para formarnos. Porque el tiempo en si no es libre, somos nosotros quienes libremente damos cabida a aquellas cosas que consideramos más importantes para nosotros y para nuestros seres queridos.
 
Además yo soy de los que piensa que de todo se aprende y que, si tenemos una actitud abierta, la vida es una permanente formación, aunque ello exige no frivolizar nada de lo que hacemos y darle a todo instante la intensidad y seriedad que requiere. La frivolidad es el gran impedimento para la formación, pero el que vive con intensidad la vida, siempre está dispuesto a aprender de todo lo que hace y desea que no le hagan perder el tiempo consumiendo cosas que no tienen sentido.