En relación a la decisión ¿Reprimir mis deseos? esta es una opinión de Jorge Ubeda
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Jorge Ubeda
- Filósofo y profesor. Escribo sobre ética
Esta es mi opinión de experto
A veces es imprescindible reprimir los deseos, especialmente, cuando de tal represión se puede seguir un bien mayor para uno mismo o para otros.
La represión, desde Freud, tiene muy mala prensa porque el vienés consideró que la represión es la causa fundamental de todas las neurosis y, por tanto,el factor fundamental de quiebra de la salud mental. Sin embargo el propio Freud consideraba que la represión era necesaria para configuran un yo adulto pues no hay vida adulta sin una cierta dosis de represión de tendencias que buscan la satisfacción inmediata con independencia de lo que sea posible o real.
Un ser humano adulto es el que renuncia a satisfacer algunas de sus tendencias, precisamente, porque
- sabe que o bien no es realista el deseo o no es posible realizarlo;
- es capaz de valorar que las consecuencias que se pueden seguir de determinada tendencia y prefiere no llevarla a cabo y
- vive una relación con los demás a los que reconoce, también, como sujetos de deseo y, por tanto, como seres que merecen respeto y consideración respecto de la satisfacción de los deseos.
Por tanto, SÍ, reprimamos los deseos cuando sea preciso pero con el cuidado de no ejercer una excesiva presión sobre las tendencias propias que puedan llevar al colapso de la propia persona. Es razonable y necesario buscar la satisfacción de las propias tendencias. Así que conviene calcular la dosis exacta de represión que necesitamos para vivir una vida humana adulta.
