En relación a la decisión Soy menor y me he quedado embarazada, ¿aborto? esta es una opinión de José Lázaro
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José Lázaro
- Profesor de Humanidades Médicas, UAM. Escritor.
Esta es mi opinión de experto
Sí, en caso de tener claro que no se quiere ser madre. El derecho básico de todo niño al nacer es haber sido concebido con deseo y ser recibido con amor. En cualquier caso, abortar es una decisión trágica sobre la que conviene deliberar con las personas de buen criterio que inspiren más confianza.
Los bioeticistas han discutido mucho sobre el grado de autonomía que le corresponde al llamado “menor maduro”. Una menor de edad embarazada que se plantea la posibilidad de abortar tiene que enfrentarse a una prueba de madurez extremadamente difícil: todo el apoyo que pueda recibir de las personas que la quieran resultará en esos momentos valiosísimo. Normalmente esas personas serán su pareja (si la tiene), sus padres (salvo que la relación paterno-filial sea muy mala, en cuyo caso es mejor no contar con ellos), sus hermanos mayores, amistades íntimas y, en general, todas las personas con buen criterio, madurez y conocimiento a las que ella estime y en las que pueda confiar (familiares de más edad, profesores, profesionales sanitarios, etc.). La deliberación con esa red de apoyo afectivo e intelectual es fundamental como ayuda para reflexionar sobre la situación en la que se encuentra, que es inevitablemente trágica, pues supone un grave conflicto de valores y no tiene ninguna solución perfecta: solo se puede elegir la menos mala.
En cualquier caso, el criterio fundamental a la hora de decidir sobre un eventual aborto es que todo niño al nacer tiene derecho a haber sido deseado, a ser recibido con amor y a ser cuidado a lo largo de su infancia. Si un niño va a llegar el mundo sin que su madre lo desee, para encontrarse con un entorno hostil y un panorama de desamor y abandono, es siempre preferible respetar su derecho a no existir. (No hay existencia humana antes del nacimiento, salvo en las fantasías espiritistas y mágico-religiosas, pues todas las definiciones sensatas del ser humano se basan en la racionalidad, en el lenguaje o en la autoconciencia; hasta el momento del parto sólo hay vida biológica, comparable a la de cualquier otro mamífero).
Si todo aborto supone una experiencia traumática para la mujer, lo supone aun en mucho mayor grado para una mujer muy joven. Toda la ayuda que se le pueda dar es poca. Pero esa ayuda ha de ser siempre afectiva, informativa y deliberativa, que es la realmente valiosa para un ser humano adulto (o que está próximo a serlo). Si la supuesta ayuda es de carácter impositivo, las consecuencias acabarán siempre siendo tan dañinas para la joven a la que se le imponga como para el adulto que cometa el abuso de imponérsela.
No podría estar más en desacuerdo con el prof. Lázaro.
El derecho del "llamado menor" no sólo es a ser deseado y amado, sino a existir. ¿Quién determina el modo o las circunstancias de cuando si y cuando no y por qué?
La existencia empieza cuando se empieza a ser, no cuando se nace pues hay fetos que nacen al quinto mes, sexto mes, séptimo mes, octavo y así sucesivamente, entonces ¿cuándo se considera existiendo ese ser?
Todas las cosas comienzan en algún momento, existen. Podemos determinar cuándo son suficientemente maduras, pero existen desde que comienzan. El argumento de la racionalidad, la auto conciencia o el lenguaje son insuficientes y en mi opinión pobres para determinar la existencia de un ser humano, serían en todo caso elementos para comprenderse como tal, para distinguirse de los demás.
Los seres humanos llevaremos a cabo el más grande de los holocaustos en la medida que sigamos pensando que es justificable el aborto en caso de inmadurez de las adolescentes, la poca preparación para la paternidad, etc. Hay algo llamado adopción. Se debería luchar por hacer que este proceso fuera más seguro, más cierto y mejor. Así, niños no deseados y con tal derecho serían beneficiados y respetados en todos sus derechos fundamentales. Derecho a existir y a ser amados.
No puedo estar más en acuerdo con Claudia Soberón en sus apreciaciones.