En relación a la decisión ¿Superar el miedo a la muerte? esta es una opinión de José Lázaro

Sí

• José Lázaro
• Profesor de Humanidades Médicas, UAM. Escritor.

Esta es mi opinión de experto

 
Un célebre fragmento de Epicuro “demuestra” que el miedo a la muerte es absurdo porque “cuando estamos vivos la muerte no está y cuando morimos no estamos nosotros”. El razonamiento es tan impecable como inútil: ya que la muerte es la disolución de mi yo, está claro que yo no puedo estar allí. Nada hay que temer de la muerte porque nada malo puede ocurrirnos a partir del momento en que hemos dejado de existir. La paradoja es transparente: a pesar de que entendamos perfectamente el argumento epicúreo, no nos tranquiliza en absoluto porque lo que tememos es precisamente dejar de existir. Los humanos tenemos el deseo de seguir existiendo igual que los animales prelingüísticos tienen el instinto biológico de sobrevivir. Pero ese oscuro deseo de inmortalidad es tan irracional como razonable es la conciencia de nuestra finitud.
 
Las emociones y los afectos no suelen ser precisamente sensatos: más bien puede decirse que son fenómenos mentales distintos y complementarios de la racional sensatez. Desearíamos ser inmortales como desearíamos ser omnipotentes, adivinos o infalibles. Sabemos que no lo somos y, una vez pasado el disgusto que nos produce enterarnos (es decir, una vez superadas las fantasías propias de la infancia), reconocemos las condiciones de la realidad y tenemos la posibilidad de aceptarlas y dedicarnos a disfrutar de la vida. Aunque también podemos negarnos a aceptar la realidad e instalarnos en la fantasía que más nos guste, nos tranquilice y nos consuele: la inmortalidad, la omnipotencia, la infalibilidad… O todas al mismo tiempo, ya que la gran ventaja de la fantasía es la elasticidad de sus límites.