En relación a la decisión ¿Pretender que una relación amorosa sea eterna? esta es una opinión de José Lázaro

Sí

• José Lázaro
• Profesor de Humanidades Médicas, UAM. Escritor.

Esta es la opinión del experto

Drieu La Rochelle, en su Diario de un hombre engañado, recogía una declaración de amor que resultaba chocante, quizá por su excesiva sensatez: “Entro hoy en tu vida, saldré de ella mañana. En el momento de entrar ya hay gente dentro; al salir, me cruzaré con algún recién llegado; no estaré nunca solo, por lo tanto. Es el destino. Pero no dejaré de poner todo mi empeño en conseguir el mayor sitio posible". Cuando el amante es consciente de que su destino es tan solo pasar por el objeto de su amor, lo más sensato que puede hacer es procurar pasar lo mejor posible (y pasarlo, a la vez, lo mejor posible), para ser digno de ocupar el mayor sitio posible y dejar poco terreno a la competencia.

Pero ningún enamorado es capaz de mantener la sensatez, precisamente porque el enamoramiento es el estado anímico menos compatible con la frialdad racional que denominamos sensatez. Y el propio Drieu La Rochelle, cuatro líneas más abajo, confesaba que “para ser moderado, hay que coaccionar algo de nuestra naturaleza. Cosa que yo no puedo, que no quiero hacer nunca. Por eso, en el secreto de mi deseo y de mi orgullo, me proponía separarla del Universo, hacer que olvidase a sus amantes de ayer, cortar la hierba bajo los pasos de los amantes de mañana”. El deseo de absoluto y el orgullo incontrolable del enamorado se encargan de eliminar los frenos de la sensatez y hacer el amor eterno (mientras dura). Es lo que tiene de bonito el enamoramiento: en su entusiasmo no se somete ni a las leyes más elementales de la realidad.