En relación a la decisión Sentimiento de culpa por comer, ¿consultarlo con el psicólogo? esta es una opinión de Josep Toro Trallero

No
0 votos

Esta es la opinión del experto

En opinión de Toro, la culpabilidad que uno puede sentir después de comer es fruto de la sociedad en la que vivimos. Nuestra sociedad premia la belleza, pero sobretodo la delgadez. Comer se puede convertir, para muchos, en el pecado capital, en la manera de alejarse del “cuerpo perfecto”.

“Aprendemos a alimentarnos en contacto con otras personas. Desde el nacimiento el comer es un acto social.” Esta característica social de la comida se mantiene a lo largo de toda la vida de la persona llegando hasta el punto que, para mucha gente, comer en solitario puede llegar a ser muy incómodo y hasta un punto triste.

“El hecho de comer (…) se asocia a vivencias distintas de lo estrictamente nutricional. ¿Hay algún niño que no haya visto recompensado su buen comportamiento mediante una golosina, un caramelo, un pastelillo o cualquier otro alimento semejante? ¿Y cuántos hay que se han quedado sin postre o se han ido a la cama sin cenar a consecuencia de su mala conducta?”. La comida pasa de ser básicamente un alimento para convertirse en premio o en castigo, es decir, en algo que puede alegrarnos o provocarnos sentimientos de culpa.

“Si el comer puede, y suele, revestir forzosamente múltiples significados más allá de lo nutricional, lo mismo puede suceder con el no comer. (…) En la práctica, no se hallan sociedades ni culturas en las que no existan prohibiciones colectivas más o menos contundentes relativas a la ingestión de determinados alimentos. (…)En tales circunstancias, comer es pecar; la ingestión alimentaria debe provocar culpa, ansiedad, sensación de haber infringido una norma sagrada. Se trata, claro está, de reglas suficientemente interiorizadas para que (…) el infractor, el comedor de lo prohibido, reaccione (…) angustiadamente, deseando no haberlo hecho, arrepintiéndose. Hincar el diente a la manzana prohibida conlleva la pérdida del paraíso.”

Actualmente, la mayor parte de las personas del denominado “primer mundo”, especialmente las mujeres y sobretodo las adolescentes, “están precupadísimas por su cuerpo, distorsionan su imagen corporal y hacen todo cuanto pueden para adelgazar”. Intentar escapar de los kilos de más “constituye un ingrediente central de nuestra cultura de la delgadez” y, por supuesto, un caldo de cultivo perfecto para que la comida se asocie a sentimientos negativos.

“El deseo de delgadez actual ya no supone en la mayoría de las personas el anhelo por destacar y ser valorado de modo particular, sino simplemente el ser suficientemente aceptado, o incluso el no sentirse rechazado.(…) Para un ingente número de muchachas y de mujeres, la delgadez no es tanto algo de que vanagloriarse, sino algo que evite la desaprobación”.

A pesar de que uno de los síntomas característicos de la bulimia es el sentimiento de culpabilidad posterior a haber ingerido algún alimento, para que a una persona se le diagnostique un trastorno de bulimia es necesario que presente otros síntomas, además de la culpabilidad post-ingesta, como por ejemplo: vómito autoprovocado, dos o más atracones de comida a la semana, síntomas de depresión o miedo intenso a engordar. Si tienes estos síntomas, sería recomendable que consultaras con un psicólogo y le explicaras tu caso.

×

Para poder participar debes ser usuario de Dontknow

Cargando...
×