En relación a la decisión ¿Leer 'La historia más bella de la felicidad', de André Comte-Sponville? esta es una opinión de Juan Malpartida

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Esta es mi opinión de experto

    Al hombre virtuoso no puede importarle que el malvado sea feliz sino el horizonte ético con el que lleva a cabo su acción.

   A diferencia de lo que pensaban los griegos, que un bribón o un malvado no podía ser feliz, los modernos, que han matizado mucho la idea de felicidad, parecen no darles la razón. Antes de llegar a este punto, el epicureísmo teorizó una búsqueda del placer deseando lo menos posible, porque intuyó que entregado a sí mismo el hombre quiere lo absoluto. Se hace necesaria una mediación. Por su parte, los estoicos exageraron proclamando al deseo (como los budistas) motor de infelicidad y de ignorancia. Para ser feliz lo mejor es no desear y ser virtuoso porque de la virtud deviene la felicidad. Aristóteles introdujo un poco de sensatez al invocar a la suerte, porque no basta con ser virtuoso y valiente (no hay virtud sin valentía) sino que también necesitamos suerte, porque es difícil ser feliz si todo nos va en contra: ese todo sobre el que no podemos actuar (Wooy Allen estará de acuerdo con esto).
 
Comte-Sponville no sólo efectúa una didáctica clara e inteligente  en su obra,  y trata de responder por sí mismo, encarnando lo pensando, y eso hace su intervención especialmente atractiva. Y así lo vemos reaccionar ante la lucidez de Hobbes, quien pensó que el hombre no pretende gozar una sola vez sino hacer extenso su placer; por lo tanto su deseo quiere prolongarse en el devenir: es un deseo de poder. El pensador francés afirma que la antropología de Hobbes es cierta, pero la ética de Epicuro es más justa. Es decir, prefiere hacer reposar la felicidad sobre la ética (algo sobre lo que Fernando Savater, entre nosotros, ha escrito algunas páginas lúcidas y polémicas).  
El padre de la Ilustración, Kant, consciente de que había bribones felices piensa lo que los cristianos: que ya Dios los castigará, pero lo hace de manera más compleja y útil: “Actúa –dice- de tal suerte que seas digno de ser feliz”. Todo recae, en el mandato ético kantiano, sobre la virtud de nuestras acciones como fin. Si se es creyente, nuestra moral tiene una esperanza; de lo contrario, es una moral de la desesperación, como la que abraza el mismo Comte-Sponville. En cualquiera de ambos casos, el elemento radical es la moral. ¿Pero qué ocurre con la felicidad del bribón? Al hombre virtuoso no puede importarle que el malvado sea feliz sino el horizonte ético con el que lleva a cabo su acción.    Para Comte-Sponville la desesperación es la mayor beatitud ya que afirma lo que tiene, y, en ese sentido, tiene más posibilidades de plenitud que la esperanza que, por definición, lo es de lo que carece. Aunque la dicha (la felicidad) está, como pensó Kant, ligada a lo imaginario más que a la razón, el pensador francés afirma que, siendo esto cierto, también forma parte de la realidad. Si la felicidad no es el paraíso ultraterreno, apoyado en un absoluto ético que sólo Dios puede revelar, entonces cae dentro de lo contingente. Pero en la medida en que es posible –afirma Comte-Sponville-, en que no hay nada insuperable que nos aleje de ella, cesa de ser imaginaria para tocar la realidad.
 
Las invitadas aquí son la voluntad y la acción: ser feliz es ser capaz de actuar ante nuestras posibilidades. La tendencia vital de los estoicos, la perseverancia de todo lo que es en ser (Spinoza) o la pulsión de vida que teorizó Freud, desembocan en que el sentido (ese que para algunos sólo la metafísica justifica) está en hacer depender el valor de la vida del amor que tenemos a la vida y no al revés. Así, pues, concluye refutando a Platón y defendiendo a Spinoza: el deseo no es necesariamente una carencia sino una potencia. No debemos buscar una felicidad eterna (querer lo que no puedo), sino actuar de tal forma que la felicidad sea posible, una posibilidad de nuestro presente, que nunca podrá ser una medida sino, como dice con gran belleza el pensador francés, tiempo puro: “la presencia de lo que dura”.

Comentarios
Miércoles, 17 de Diciembre de 2014 a las 5:36

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