En relación a la decisión ¿Estudiar a partir de los 40? esta es una opinión de Julio Lancho Prudenciano
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Julio Lancho Prudenciano
- Pedagogía
Esta es la opinión del experto
Los seres humanos estamos capacitados para aprender durante toda la vida, por eso es totalmente posible y recomendable estudiar en la adultez. El grado de dificultad de estudiar en esta etapa dependerá de factores como las capacidades de cada persona, del tema o de las metodologías, entre otros.
Aunque puede parecerlo, estudiar en la adultez no es una preocupación nueva; de hecho, ya en la antigüedad clásica había algunos pensadores que se preocupaban por este tema. En “Fundamentos de la educación de personas adultas”, Julio Lancho expone detalladamente los diferentes enfoques desde los que ha sido trabajado el tema de la educación en la adultez, tanto para definir sus características y objetivos, así como las metodologías más adecuadas para desarrollarla.
Un aspecto importante de la argumentación de este autor es que recoge una definición muy amplia del concepto de “educación de adultos”, con la cual incluye múltiples situaciones personales de los estudiantes y de las formas de llevarla a cabo. Esta definición fue elaborada en la XIX Asamblea General de la UNESCO, realizada en Nairobi en 1976. El texto señala:
«La expresión educación de adultos designa la totalidad de los procesos organizados de educación, sea cual sea el contenido, el nivel y el método, sean formales o no formales, ya sea que prolonguen o reemplacen la educación inicial dispensada en las escuelas y universidades, y en forma de aprendizaje profesional, gracias a los cuales, las personas consideradas como adultas por la sociedad a la que pertenecen, desarrollan sus aptitudes, enriquecen sus conocimientos, mejoran sus competencias técnicas o profesionales o les dan una nueva orientación, y hacen evolucionar sus actitudes o su comportamiento en la doble perspectiva de un enriquecimiento integral del hombre y una participación en un desarrollo socioeconómico y cultural equilibrado e independiente.»
Las diferentes razones que se enumeran en esta definición son un argumento más que poderoso para afirmar la conveniencia de estudiar en la adultez, ya sea, después de los 30, los 40, los 50 o incluso más edad; en realidad, después de leer el informe de este autor la conclusión clara es que la edad no importa cuando se trata de estudiar.
Así, independientemente de que este autor no contesta de manera directa la pregunta que nos ocupa, su posición es sin duda a favor de estudiar en la adultez.
Esa es de las buenas noticias que podemos dar: Se puede estudiar a cualquier edad siempre que se tenga la capacidad, la motivación y el compromiso de hacerlo. La mayoría de las escuelas aceptan alumnos que tengan estas características y además, la experiencia de vida de los adultos, enriquece al resto de alumnos que comparten el mismo grupo, con esas personas.