En relación a la decisión ¿Cuestionar el estado de las cosas en tiempos de crisis? esta es una opinión de Julio Pérez-Tomé Román

Sí

• Julio Pérez-Tomé Román
• Consultor Innovación, Social Media, Marketing y Comunicación

Esta es mi opinión de experto

Las crisis en sí son buenas, así como el dolor nos avisa de que algo pasa en nuestro cuerpo. Sólo partiendo de esta premisa estaremos en condiciones de, primero, comprender el sentido de las crisis y, en segundo término, sacar el mejor partido de ellas.

Siguiendo con el ejemplo del cuerpo humano, no basta con saber y comprobar que sangramos. Nos interesa conocer la causa: si nos cortamos con un cuchillo deducimos fácilmente lo que pasó. Pero aún así querremos saber cómo de limpio estaba el cuchillo y cuánto tiempo pasó desde que aplicamos alguna medicina y el alcance del medicamento. Ponemos en marcha un dispositivo mental –de innovación según mi criterio de lo que es la innovación– mediante el que generamos hipótesis que pasamos a demostrar o, al menos, a considerar su grado de racionalidad.
Las crisis son caldo de cultivo de este proceso. Si me conformo con una explicación superficial y un remedio aparente, no solo la crisis persistirá por mucho que cambie de aspecto y síntomas, sino que probablemente empeore por mero contagio.

Sin embargo, una vez que colegimos que existe una situación de crisis, los remedios que van a la raíz suelen ser más eficaces precisamente por atajar el problema en la causa. Poner el foco en la causa de la causa implica ser exhaustivos de forma razonable y hasta donde los recursos humanos y económicos nos resulten posibles.

Termino recuperando la pregunta en cuestión: sí me parece necesario y prudente cuestionarse el estado de las cosas justo cuando llega la crisis. Si no lo hacemos entonces, no lo haremos nunca. No se trata de cambiar por cambiar, sino de cambiar para progresar tal como nos ha demostrado la historia de la Humanidad que ha avanzado a grandes saltos especialmente tras episodios de crisis más o menos manifiestos.