En relación a la decisión ¿Utilizar métodos anticonceptivos? esta es una opinión de Justo Aznar
Justo Aznar Esta es la opinión del experto
Los procesos biológicos más importantes son aquellos encaminados a la conservación del individuo y de la especie, y entre ellos, el de la procreación. La propia naturaleza del ser humano justifica una actitud abierta a la vida.
El Doctor Justo Aznar en una entrevista publicada el día 1 de enero de 2010 en el sitio web www.eresdelosquepiensan.org asegura que "la procreación es un instinto fuertemente impreso en la naturaleza del ser vivo. El acto de procrear, en los animales no está condicionado por la voluntad mientras que en el hombre puede y debe estar matizado por la razón y entre los actos instintivos está el acto sexual. Por ello, aquella pareja que ordena su vida sexual de acuerdo con este principio natural, es decir, que no separa en sus relaciones el actos sexual del fin último para el que este acto ha sido creado está actuando de acuerdo con las propias leyes naturales."
Y prosigue - "La vida es el don más preciado que cada ser vivo puede poseer. El hecho de vivir constituye la base fundamental sobre la que se apoyan todos los restantes dones que pueden acompañar a la vida. Una vez recibida la vida ésta podrá estar matizada por circustancias mas o menos agradables, podrá ser más o menos feliz, mejor o peor, esta vida tendrá lo que en ella es sustantivo, que es el hecho de poseerla, el hecho de vivir."
En relación a los métodos empleados para controlar la fertilidad humana, el Doctor Justo Aznar apunta que "para controlar la fertilidad humana, existen dos grandes tipos de métodos, los artificiales y los naturales. Los artificales son aquellos que introducen alguna manipulación externa en el acto sexual o en el proceso reproductor, con la finalidad de hacer este esteril. Los naturales, son aquellos otros que, sin manipular el acto sexual o el proceso reproductor, aprovechan los periodos infértiles de la mujer, para tener en ellos las relaciones sexuales.
Enre los métodos artificiales están:
a) Los métodos barrera, que actuan impidiendo la penetración de los esperamatozoides en el útero. Se dividen en mecánicos (preservativos, diafragma, esponja vaginal y capuchón cervical) y químicos (espermicidas)
b) Los métodos hormonales. Según la vía de administración pueden ser orales, inyectables, subdermitos (implantes subcutaneos)
c) La contracepción intrauterina, que se realiza mediante la colocación de un dispositivo en el interior de la cavidad uterina (DIU)
d) Finalmente los métodos quirurjicos (vasectomía y ligadura de trompas), que pueden también considerarse más como medios esterilizadores que contraconceptivos, pues en la mayoría de las vece producen esterilidad permanente."
Finalmente, sobre las consecuencias de utilizar métodos anticoncepetivos Aznar expone que "con la introducción de la píldora anticonceptiva en 1956, como medio para controlar la fertilidad humana, permitió una de las mayores conmociones sociales más importantes de nuestro siglo, al abrir la puerta a la denominada "revolución sexual" que se inició a mediados de los años setenta. La posibilidad de separar el placer del acto sexual, de su función reproductora, ha facilitado la utilización del sexo únicamente con finalidad hedonista, dando lugar así a la trivialización de las relaciones sexuales. En consecuencia, el número de adolescentes que matuvieron relaciones sexuales prematrimoniales aumentó en EEUU, desde un 30% en 1971, al 43% en 1976 y el 50% en el 79. Esta utilización indiscriminada del sexo ha incrementado el contagio de enfermadades de transmisión sexual y el número de embarazos en mujeres jóvenes.
Se afirma que con la utilización de métodos artificales de regulación de la natalidad, se conseguirá disminuir, tanto la incidencia de enfermedades de transmisión sexual, entre ellas el SIDA, como los embarazos no deseados, especialmente en edolescentes. En relación con este último tema, nada más alejado de la realidad. Algunos datos pueden dar luz al problema: En inglaterra y Gales, en 1978 se produjeron 85.000 embarazos en adolescentes. En 1988, tras diez años de intensas campañas para promover el usos de métodos contraconceptivos, se produjeron alrededor de 100.000 embarazos en adolescentes. En EEUU, durante la década de los setenta, el número de embarazos aumentó un 36%.
