En relación a la decisión ¿Compartir información útil con otra persona aunque compitamos por el mismo puesto? esta es una opinión de Kristen Hamilton
- Kristen Hamilton
- Formadora en Relaciones Laborales (Maine University)
Esta es mi opinión de experto
La competencia en el entorno profesional es uno de motivadores mas potentes para mejorar el rendimiento y la productividad de los empleados. Debemos favorecer la competencia sana entre compañeros de trabajo, sin llevarla a extremos en los que puedan surgir conflictos o rivalidades.
Según explica Kristen Hamlin en su artículo ¿Cual es una buena manera de motivar a un compañero de trabajo? la competencia puede ser uno de los motivadores más poderosos que podemos utilizar para tener a los empleados en un estado de alerta constante que favorezca su rendimiento y productividad.
No se trata de generar conflictos entre ellos, sino de que la conducta de alguno de ellos sea un ejemplo positivo parar los demás, “mostrando a los demás las ventajas de afrontar el trabajo con una actitud positiva y completar todas tus tareas con la mayor diligencia posible”.
La teoría que maneja la Sra. Hamlin es que cuando un empleado recibe regularmente bonos o proyectos de más alto perfil, sus compañeros de trabajo querrán imitarle para obtener los mismos beneficios, especialmente si ven que recibe elogios, premios o asignaciones especiales debido a su compromiso de trabajo.
La opinión de esta experta en el diseño y construcción de entornos laborales es que cierta competencia entre los profesionales que componen nuestra plantilla es buena, sin llevarla a extremos que puedan generar conflictos o producir rivalidades irreconciliables, ya que al igual que la competencia entre empleados es importante, también lo es crear un clima en el que se puedan desarrollar “relaciones más informales, o incluso amistades, en el trabajo.”
Lo importante para esta experta es lograr un equilibrio entre una sana y ordenada competencia profesional entre los integrantes de nuestra plantilla y un entorno que permita desempeñar nuestras obligaciones profesionales en un clima de confianza y hasta de amistad.
Por tanto, colaborar sí, pero manteniendo un nivel de competencia razonable entre empleados basado en la admiración y el respeto por los logros del otro.