En relación a la decisión ¿Llevar al bebé al médico de cabecera? esta es una opinión de Heidi E. Murkoff

No

• Heidi E. Murkoff
• Escritora. Divulgadora sobre embarazo y recién nacidos

Esta es la opinión del experto

Según Murkoff lo que hacían las anteriores generaciones era llevar a los niños al mismo médico que les había sacado de la barriga de su madre que a su vez era el médico que visitaba al padre, a la abuela y al tío, es decir, el médico de confianza que se ocupaba de toda la familia. En la actualidad este tipo de médicos casi no existe, sobre todo, en las ciudades. La amplia mayoría de padres acuden hoy a un pediatra para que visite a su hijo.
 
La ventaja de los pediatras es, tal y como explica Murkoff, que sólo atienden a niños, lo que hace que estén más acostumbrados a diagnosticar sus problemas y a saber, por lo tanto, discernir entre lo que es importante, o fuera de lo común, y lo que no lo es, en pacientes jóvenes. Además de su formación universitaria en medicina, un pediatra ha pasado por cuatro años más de especialización, conocida como MIR, lo que le permitirá, además de responder más concretamente a las preguntas sobre el bebé o el niño, ser más astuto a la hora de acertar un diagnóstico poco claro.
 
Un buen pediatra, tal y como afirma la experta, deberá estar en sintonía con toda la familia, para saber reconocer de dónde viene el problema o la enfermedad que padece el niño al que está visitando. Puede ser que se trate de algo físico o emocional, o que lo haya heredado de sus padres. Si el historial familiar o el diagnóstico prenatal indican que el bebé puede tener un problema de salud específico, como alergias, asma, o enfermedades como Síndrome de Down, cabe la posibilidad de elegir un pediatra que tenga un conocimiento especial acerca de este problema o enfermedad.