En relación a la decisión ¿Temer la vejez porque en ella se acaban los placeres? esta es una opinión de Marco Tulio Cicerón

No

• Marco Tulio Cicerón
• Maestro en retórica, derecho y filosofía

Esta es la opinión del experto

Al igual que otros filósofos, Cicerón consideraba una ventaja el abandono del placer corporal que se da al cumplir años: “… pues los deseos desenfrenados incitan sin control al goce”.

Cicerón decía que nada detiene al deseo y es casi siempre el origen de traiciones a la patria, revoluciones políticas, crímenes, adulterio, etc. : “ninguna acción parece mala con tal de conseguir lo que el placer desea”. Cicerón consideraba que había que estar agradecido a la vejez, porque se encarga de que se pierda el interés por aquellos que “no nos conviene”:

“El placer impide la reflexión, es enemigo de la razón, de la mente. Ofusca, por así decirlo, los ojos del alma, y no tiene ninguna relación con la virtud”, escribe.

Hay otro tipo de placeres, dice Cicerón, que no buscan los ancianos y estos son los banquetes, las indigestiones, orgías frecuentes… y, por tanto, también “se evitan la embriaguez y los insomnios”. Con los años crece el interés por la conversación y por tanto se disfrutan al máximo las reuniones con amigos.

“Para la ancianidad nada hay más placentero que la vida intelectual, si se siente una chispa de aliciente por le estudio y las normas”, escribe Cicerón.

En cuanto a los trabajos físicos ligeros, Cicerón era un gran amante del campo y decía que los trabajos de la tierra como el cultivo de la vid, no están excluidos a los ancianos.

“Para los jóvenes, las armas, los caballos, las astas, la clava, la lanza, la natación, las correrías y para nosotros, los ancianos, nos quedan las tabas, los dados, lo que cada uno prefiera, pero sin aquellos placeres también la vejez puede ser feliz”.