En relación a la decisión ¿Ajustar los salarios a la productividad? esta es una opinión de Mariano Aisa Gómez

Sí

• Mariano Aisa Gómez
• Presidente de varias empresas

Esta es mi opinión de experto

La evolución del empleo depende de 3 factores:

-Del crecimiento económico, (si crece la economía los empresarios demandan más empleo).

-De la evolución del precio del trabajo, (si suben mucho los salarios, los empresarios crearán menos empleo)

-De las condiciones del mercado, (por ejemplo: costes del despido: si son muy elevados, los empresarios igualmente demandarán menos empleo).

Así, la variación de los salarios (la flexibilidad salarial) es uno de los determinantes de las variaciones del empleo y desempleo. Y en el corto plazo es singularmente importante, porque las fluctuaciones del crecimiento suelen tardar más. De lo anterior se concluye que los salarios no deben ser rígidos sino muy flexibles al alza y a la baja. Por eso, en términos generales, cuanto más liberalizado esté un mercado de trabajo (sin ninguna restricción a las variaciones de los salarios o ninguna determinación de un nivel de salarios: por ejemplo: salario mínimo) más se ajustará siempre ese mercado al pleno empleo.

Es el caso de USA en comparación con Europa. Allí el mercado laboral es muy libre, no hay exigencias de salario al alza y a la baja. al alza y a la baja. Por eso, el mercado USA tiende a estar siempre cerca del pleno empleo (paro inferior al 5%). Sin embargo, la teoría de que cualquier tipo de mercado, para que sea eficiente, debe funcionar libremente, sin intervenciones, ajustándose la oferta y la demanda vía precios, tiene limitaciones especiales en el caso del mercado de trabajo, por las connotaciones humanas tan importantes que la sociedad debe atender. De ahí la tendencia del último siglo y medio en Europa de las llamadas conquistas sociales que han tendido a proteger al trabajador. Tendencia muy importante, mucho más desarrollada en Europa que en USA, y que ha llevado a regulaciones laborales muy protectoras. Esta tendencia es sin duda una conquista  y un avance que hay que defender. Pero siempre exigirá buscar equilibrios, porque el resultado final es que en Europa los trabajadores están mejor y más protegidos, pero hay más desempleo. Es un mercado más rígido. Y estas rigideces excesivas de Europa (y particularmente en España) son las que hay que moderar.

La pregunta ahora sería: ¿cuál debe ser el criterio de subida y bajada, es decir, a qué variable deberemos relacionar los ajustes de salarios? La respuesta para mí es que, aunque se atienda en parte al criterio del poder adquisitivo, los salarios, para crear empleo, han de estar ligados a las variaciones de la productividad. Sin atender prioritariamente a este criterio las empresas pierden competitividad y se genera un círculo vicioso, porque si no son competitivas, reducen su actividad, generan pérdidas y eso lleva, primero, a no crear más empleo, y, a continuación, a reducir el existente. Así, la flexibilidad salarial ligada a la productividad defiende a los ya empleados pero también a los aún no instalados; es decir, juega en la dirección de incrementar el empleo.

Se debe, en cualquier caso, recordar que la productividad no depende sólo de los trabajadores. La actitud y capacidad del empresario para buscar la innovación, para fomentar la formación profesional del trabajador y para estructurar una buena organización de la empresa son también esenciales.