La falta de competividad de determinadas economías tiene mucho que ver con la falta de competividad a nivel salarial. Una opción es ajustar los salarios a la competividad real de las empresas y economías.
Pero no todo el mundo piensa igual. Cada empleo y funciones son diferentes y no repercuten igual en la productividad; analizar minuciosamente si estas medidas de ajuste pueden ser beneficiosas es clave antes de emprenderlas, contando con que a largo plazo pueden también resultan perjudiciales si no existen otra clase de ajustes estructurales.
Cuando sobrevienen crisis económicas y sociales que terminan afectando la productividad de las empresas, muchos empresarios se preguntan qué caminos sguir para poder sobrellevar los cambios que experimentan pero manteniendo la productividad y las ganancias, al menos en un mínimo.
De esta manera, un camino posible que se plantea son los ajustes de salarios para evitar los despidos masivos de los trabajadores y las trabajadoras. Para algunos expertos, esta es una buena salida de manera de evitar un impacto social en su fuerza laboral. Para otros, esto puede ser perjudicial a la larga y sólo ser una demora para ajustes más estructurales de las empresas.
Por otra parte, cuando no se está en crisis, puede ser un estímulo para los trabajadores y las trabajadoras el hecho de percibir un salario ajustado al ritmo de crecimiento de la empresa y de la productividad que ellos y ellas tengan.
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Resistencia de los sindicatos. Dificultad de objetivar la medida de la productividad para fijar los salarios.
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Posible reducción de salarios. Incremento de competividad y de las exportaciones.
5 opiniones argumentadas
- Yoani Sánchez
- Bloguera de 'Generación Y'
- Mariano Aisa Gómez
- Presidente de varias empresas
- Carlos Aguilera
- Soy persona
- Marta Prieto Asiron
- Consultora a directivos empresa 22 años
- Leopoldo Gonzalo
- Catedrático de Hacienda Pública y Sistema Fiscal
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