En relación a la decisión ¿Retrasar el despido de empleados que no acaban de rendir? esta es una opinión de Mario Naranjo

No

• Mario Naranjo
• Consultor de RRHH

Esta es mi opinión de experto

 En su artículo ¿Qué se debe hacer con los trabajadores conflictivos?, D. Mario Naranjo, Master en Recusos Humanos y consultor y colaborador en la revista digital RRHH Magazine, afirma que la eficiencia puede resultar irrelevante a la hora de decidir qué hacer con lo que él llama “trabajador conflictivo”.
Para Mario Naranjo, el “trabajador conflictivo” es aquel que siempre dice si pero hace lo que quiere, el que dice que no por sistema, el que no acepta la autoridad ni asume responsabilidades, el que siempre tiene un motivo para ausentarse del trabajo o saltarse el horario pactado, pero sobretodo, el que con su conducta y actitud daña de forma consciente y continuada el ambiente de trabajo.
Este tipo de trabajador es capaz de destrozar el entusiasmo y minar la moral del mejor jefe del mundo, pero su mayor defecto es que perjudican el “ambiente de trabajo”, una de las variables “más significativas no sólo en términos de rendimiento o productividad, sino también como factor influyente en el grado de satisfacción.” 
La actitud del trabajador conflictivo” enturbia el ambiente laboral y hace descender el rendimiento de quienes le rodea y para Mario Naranjo, “el clima laboral, cuando es sano, se convierte en un sueldo emocional tan válido como el económico.”
Dado que en la realidad cotidiana de las organizaciones empresariales los “trabajadores conflictivos” conviven con los buenos profesionales, este experto nos recomienda tener previsto que hacer con ellos. 
Según afirma en su artículo, el “trabajador conflictivo” puede ser tan dañino para el tejido de la empresa que, a veces, solo queda “extirparle” de la organización.
Argumentos como responsabilizar a los responsables de la contratación  del “empleado conflictivo” o  la especial dificultad que existe para acertar en la selección de las cualidades humanas y profesionales de los futuros trabajadores no son suficientes, siempre según el Sr. Naranjo, para mantener en la empresa a personas que “con su actitud negativa minan la moral de todo el grupo”
Según el experto “por lealtad a la empresa, a los que sí trabajan bien, a los que quieren trabajar en un entorno positivo y con buen ambiente y además colaboran en ello, por coherencia y respeto a la enorme cantidad de gente que quiere trabajar con calidad de vida laboral, los jefes deben atreverse a actuar decididamente ante estos personajes”,.
Es más, a juicio de este experto, aun cuando este tipo de trabajador demuestre talento y eficacia, estas virtudes pueden llegar a resultar irrelevantes si existe un problema de actitud que enturbie el ambiente laboral y haga descender el rendimiento de sus compañeros o subordinados.
De hecho, concluye el Sr. Naranjo “los provocadores de conflictos deberían figurar en el primer puesto de la clasificación de personas no gratas en el ámbito empresarial.”