En relación a la decisión ¿Despertar al bebé para que coma? esta es una opinión de Marisa Gandsas

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Esta es la opinión del experto

La pediatra Marisa Gandsas, mantiene que, a partir de cierta edad, no debemos despertar al bebé durante la noche para alimentarle porque le podemos crear ciertos hábitos perjuciales para su desarrollo natural.

Para la pediatra Dra. Marisa Gandsas, “el sueño se ve ampliamente influenciado por los hábitos alimenticios".  Según esta Doctora en Medicina, especialista en pediatría y autora del libro “El pícaro sueño”,  “el sueño del recién nacido hasta los tres meses está muy ligado a la alimentación.” 
 
Durante los primeros ocho meses de vida de los bebés, los horarios de sus comidas suelen estar muy desorganizados y es la propia necesidad de comer, su instinto natural, el que le incita a comer, con independencia de la hora que sea.
 
En el post “Alimentación y Sueño”, publicado en su blog “El pícaro sueño”, la Dra Gandsas mantiene que, a partir de cierta edad, no debemos despertar al bebé durante la noche para alimentarle porque le podemos crear ciertos hábitos perjuciales para su desarrollo natural. Durante estos primeros meses, “el bebe come cada dos o tres horas y es su necesidad de alimentarse lo que lo despierta. El mismo ritmo permanece durante todo el día”.  No es hasta a partir del sexto mes, cuando el bebé comienza a alternar la lactancia materna con sus primeras papillas, cuando el bebé comienza a regular de forma natural su alimentación pudiendo despertarse, en circunstancias normales, una o dos veces por la noche con deseos de comer.
 
Según la Dra. Gandsas “alrededor del octavo mes los niños ya almuerzan y cenan. Suelen recibir una ración extra de leche antes de irse a dormir, motivo por el cual el bebe esta en condiciones de pasar seis u ocho horas sin comer”.
 
"Si partir de ese momento, el bebé llorase durante la noche por que tiene hambre, los padres deben intentar calmarlo “utilizando otro recurso diferente al darle leche. Recordemos que durante esta etapa el bebe esta atravesando la angustia de separación y puede requerir más presencia por las noches”. “Si esto sucede” continua la Dra. Gandsas en el citado artículo, “debemos revisar sus rutinas, horarios, modo de irse a dormir y descartar como primera causa el hambre, eso siempre que haya cenada correctamente. Muchas veces los papas continúan alimentando al bebe durante la noche y esto produce un hábito incorrecto: comer en la madrugada”.
 
Para esta pediatra “muchos niños aunque no tengan una necesidad de alimentarse, si al llorar mama y/o papa acuden y le dan una “lechita” quien podría decir “no” frente a este mimo”.  Para evitar la creación de esta rutina, la Dra. Gansa nos sugiere “no dar más “lechitas” y recurrir a otras opciones, de esta manera no se asociará el despertar nocturno con el hábito de comer.
 
En conclusión y en palabras de la propia doctora “los niños necesitan alimentarse durante la noche hasta el primer año de vida como momento limite. De pequeños requerirán dos veces por madrugada hasta ir espaciando las comidas. Después del primer año de vida ya no necesitan alimentarse durante la noche. Si el pequeño persiste comiendo, es porque se ha instalado el hábito de alimentación nocturna y es preciso que lo deshabituemos al mismo. Así podrá dormir y descansar toda la noche.”

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