En relación a la decisión ¿Aceptar a mi hijo difícil tal como es? esta es una opinión de Marta Burguet i Arfelis

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Esta es mi opinión de experto

En el tema de la aceptación, hay que poder separar a la persona de los hechos. Podemos hablar de aceptar incondicionalmente a la persona, en este caso el hijo/a, pero no necesariamente aceptar sus acciones o pensamientos.

Una vez superada una primera aceptación incondicional (en palabras de Rogers) o fundamental (en términos de Vanistendael, por ser más realista que aquella llamada 'incondicional' por el psicólogo Rogers) centrada en la aceptación de la persona, entonces podremos proceder a valorar sus acciones, sentimientos y/o pensamientos. Dicha valoración, a juicio externo, no creará sentimiento de culpabilidad, por haber aceptado primero a la persona por el mero hecho de existir. Sin embargo, podremos discrepar respecto a su conducta por divergencia de criterios y será bueno exponerlos de modo asertivo. Por otro lado, no podemos caer en el genetismo. El gato es gato porque araña.
 
"El disparate pedagógico de padres, maestros y adultos en general es recriminar a los niños que sean como son. ¿Cómo podemos hacer que un naranjo sea un manzano? Desde la aceptación fundamental de los demás, y de nosotros mismos, podemos apostar por alguna transformación, sabiéndonos queridos tal y como somos, como potencial para la propia estima y valoración. Pero la primera estrategia pedagógica a trabajar es la aceptación de la realidad tal cual es."

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