En relación a la decisión ¿Obligar a los bancos a aceptar la dación en pago para saldar una deuda hipotecaria? esta es una opinión de Juan Canut Guillén

Sí

• Juan Canut Guillén
• Abogado

Esta es mi opinión de experto

En las actuales circunstancias, la "DACION EN PAGO" (figura jurídica que permite al deudor cancelar su deuda hipotecaria con una prestación distinta - el inmueble hipotecado - a la pactada con el banco - una cantidad de dinero) es un acuerdo potestativo de las partes que se debe pactar al momento de formalizar la obligación (hipoteca) y que en España, por razones obvias para las entidades bancarias, se ha evitado por sistema en la escrituras de constitución de hipotecas.
 
La mayoría de los ciudadanos ignora esta situación, creyendo que la devolución al banco del inmueble que adquirieron con el dinero que recibieron es suficiente para liquidar la deuda, cuando no es así. La cancelación definitiva y formal de la deuda solo se entiende con la devolución del total de la cantidad recibida mas sus correspondientes intereses. Dado que buena parte de la banca ignoró la norma hipotecaria de conceder el crédito solo por el 80% del valor del inmueble, en la mayoría de supuestos de ejecución hipotecaria el valor del inmueble no alcanza a cubrir el importe pendiente de devolución, por lo que el banco, no solo se queda con el importe obtenido en la subasta del inmueble (que es sensiblemente inferior al valor de mercado), sino que tiene derecho a reclamar y recibir el importe restante del patrimonio presente y futuro del deudor.
 
Así, tal y como esta prevista actualmente la ejecución hipotecaria, el impago por parte de los ciudadanos supone una "losa que pesa de por vida" al tener que responder con todos sus bienes "presentes y futuros" Por ello, y sin entrar en la valoración del carácter retroactivo que se debería dar a esta medida por las conductas crediticias "temerarias" de los bancos en los últimos años, opino que la dación en pago obligatoria sería un buen vehículo para remediar la situación de pobreza a la que muchas familias están encaminadas por desconocimiento de una compleja y obsoleta legislación hipotecaria y por una conducta impropia del rigor que se le supone a un sistema bancario como el español. Con esta primera solución de compromiso entre banca y ciudadanos, los bancos sufrirían la pérdida que supone recibir activos devaluados, pero las familias perderían las cuotas de hipoteca ya satisfechas. Ademas, no creo que esto agravara los balances de los bancos siempre que las viviendas adquiridas fueran transmitidas al denominado “banco malo". Ahí pueden jugar un papel importante los fondos del rescate bancario: Las ayudas europeas para el rescate bancario deberían cubrir esta eventualidad.