En relación a la decisión ¿Ofrecer ayuda a compañeros y compañeras en asignaturas donde a mí me va bien? esta es una opinión de Elizabeth F. Barkley

Imagen de Elizabeth F. Barkley

Esta es la opinión del experto

El prodigioso avance de los conocimientos y el desarrollo tecnológico ha generado serios problemas para la transmisión de conocimiento dados los constantes cambios. Así el aprendizaje colaborativo y grupal emerge como una nueva forma de aprendizaje, pero no espontáneo sino planificado.

La utilización de grupos colaborativos en clase, especialmente si los grupos son heterogéneos, es un mecanismo ideal para aprovechar el potencial del aprendizaje entre compañeros y compañeras. Además, se ha comprobado en diversas investigaciones que el uso de grupos en clase aumenta la probabilidad de que los estudiantes se reúnan fuera de clase para continuar estudiando juntos.
 
Estas sinergias hace que el conocimiento no se plantee desde una vertiente verticalista como la tradicional relación entre profesor-alumno, sino que se plantee una forma de aprendizaje más horizontal. Según destaca la autora, el aprendizaje colaborativo ha llegado a significar que los alumnos y alumnas trabajen en grupos o por parejas, en vez de hacerlo solos, porque se ha demostrado que la sinergia lograda en la interacción de argumentos, resulta más significativa que el aprendizaje individual. Sin embargo, la autora destaca que el aprendizaje colaborativo no es sólo juntarse a estudiar o formar grupos. A su juicio, requiere una guía y una planificación desde el exterior, dada por el profesorado.
 
A su juicio, los profesores deben realizar actividades de aprendizaje intencional para los grupos de alumnos y alumnas. Por otra parte, es importante que todos los participantes tengan un mismo peso y se comprometan en la acción planteada. A su juicio, todos los estudiantes de un grupo deben contribuir de manera más o menos igual. Asimismo, las acciones deben ser, según la experta, “significativas”. Cuando los estudiantes colaboran en un estudio conjunto deben incrementar sus conocimientos o comprender más cabalmente las asignaturas. Es decir que las tareas encomendadas deben orientarse a los objetivos de las asignaturas y no sólo quedarse en actividades atractivas vacías de contenido. En resumen, para la autora, el trabajo colaborativo entre estudiantes consiste en que dos o más alumnos trabajen juntos, compartan equitativamente la carga de trabajo con el objetivo de progresar conjuntamente hacia los resultados de aprendizaje previstos.

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