En relación a la decisión ¿Optar por ser autónomo antes que asalariado? esta es una opinión de Oliver Carreira

No

• Oliver Carreira
• CEO Duckling Co

Esta es la opinión del experto

Oliver Carreira, Fundador y CEO de Duckling Co, consultora especializada en el asesoramiento a autónomos y profesionales independientes, compara las condiciones legales aplicables a ambos regímenes para concluir que el autónomo se encuentra en una clara desventaja frente al asalariado en lo que se refiere a las obligaciones que tiene frente a la Seguridad Social y las prestaciones que, a cambio de cumplir con dichas obligaciones, recibe del Estado. Todo esto en su post “Comparativa entre la fiscalidad de autónomos y asalariados”, publicado en la web pymesyautónomos.com.
 
En ese sentido, Oliver Carreira, afirma en su post que “el pago a la Seguridad Social es el que plantea la principal diferencia entre asalariados y autónomos”.  Mientras que los primeros abonan un porcentaje fijo sobre su salario bruto, los segundos deben afrontar una cuota fija no progresiva, tengan o no ingresos, que porcentualmente es muy superior al que se aplica a los asalariados.
 
Pero las desventajas para el autónomo no acaban ahí: “un trabajador asalariado disfruta de la baja desde el primer día, mientras que el autónomo no puede pedirla hasta el cuarto día.   Es más, Oliver Carreira, nos recuerda en su post, que si la baja del autónomo se debe a un accidente de trabajo, es el propio trabajador el que debe aportar una contribución extra para poder acogerse a esa baja.
 
En tercer lugar, y limitando únicamente su comparativa al ámbito de la Seguridad Social, el Sr. Carreira señala que, a pesar de las últimas reformas legislativas destinadas a proteger a los trabajadores autónomos que se hallan en situación de paro forzoso tras el cese de su actividad profesional, y aún habiendo transcurrido casi 2 años desde la  implantación de estas medidas, siguen existiendo bastantes dificultades para conseguir cobrar el cese de actividad, ya que los requisitos que exigen las mutuas para demostrar el cese de dicha actividad son muy rigurosas.
 
Por último, el Sr. Carreira señala a las pensiones de jubilación como otro factor discriminatorio entre autónomos y salariados.  La mayoría de los autónomos que llegan a la edad de jubilación obtienen unas pensiones sensiblemente menores a las de los jubilados que han estado contratados por cuenta ajena. La explicación está en que la mayoría de autónomos opta por cotizar a la seguridad social por la base mínima, es decir, por pagar lo mínimo posible. Y, aún cotizando sobre esa base mínima, está comprobado que los autónomos pagan más a la Seguridad Social que la mayoría de los asalariados y sin embargo reciben una pensión de jubilación sensiblemente inferior.

Así, Oliver Carreira, autónomo él mismo desde hace años y asesor de otros autónomos desde hace dos, concluye que “trabajar por cuenta propia no es una ganga”, aunque esta idea no sea fácilmente asimilable para aquellos que trabajan por cuenta ajena sujetos a una disciplina corporativa, pero favorecidos por una mayor estabilidad en el puesto de trabajo y un mejor trato fiscal y laboral por parte del legislador.