En relación a la decisión ¿Dejar Internet porque puede producir adicción? esta es una opinión de Omar Villota Hurtado

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Esta es mi opinión de experto

Ni Internet ni las redes sociales en entorno digital generan adicción, dado que la idea de ellas es la multiplicación como redes de comunicación. La realidad objetiva del mundo ha sido aprehendida mediante la mediatización y confrontación de diferentes fuentes de información.

Hace un par de años se pretendió abrir un pequeño debate radial sobre el tema y justamente con la doctora Matute lo expusimos con total claridad, negando enfáticamente el poder mediático que se pretende dar a Internet como adictivo.

Las razones de tal respuesta tienen que ver en profundidad con la idea central de la posmodernidad, para no repetir que la Red es un ecosistema de información y comunicación y que el Ser Humano es un sujeto social que se articula, mueve y asegura a través de comunicar todo su saber y el de las ciencias.

En cada lado de la Red, es decir, tanto en el lado de los prosumidores como en el de los utilizadores tienen principios de realidad a través de la posibilidad liberadora de las imágenes, del saber compartido, de la bidireccionalidad de los mensajes, etc. Si retomamos lo planteado por Francois Lyotard, en el sentidode que la Posmodernidad es la multiplicación de las interpretaciones, se genera, en efecto, la respuesta más contundente para desvirtuar la falacia que "se debe dejar a Internet por lo adictivo". En otras palabras, la comunicación actual desde redes y a través de mensajes de texto, de música, de filmes, de video, de imágenes hace que sean obras abiertas expuestas por la digitalización y la función de transmisión inmediata. Esta es una segunda idea acerca de la Posmodernidad, desde la mirada semiótica de Umberto Eco.

Este escenario digito-virtual se ramifica hacia la Sociedad de la Información, cuyo rediseño de la economía y la política está bastante claro, pero no así el rediseño de la cultura. ¿Acaso hay libertad en una red que mantiene propietarios? La pregunta que inquietó a pensadores de la escuela de Frankfort sigue pesando en el ambiente: ¿qué significa Ser? El campo y profundidad de estudio se ha abierto hacia la cibercultura: una cultura exclusiva de sociedades que incluyen las TIC como formas dominantes todavía de información, comunicación y conocimiento; investigación; producción, organización y administración, lo que genera muy heterogéneos y extensos ámbitos de estudio. 

Desde los estudios ciberculturales en desarrollo, América Latina por tener un papel de apropiadora y no de productora de estas tecnologías, se sitúa en un lugar subordinado y tecnodependiente. Una característica de la actual sociedad es la colaboración entre los registros de la economía y los de la producción simbólica, cuyas experiencias interculturales de los usuarios, con apoyo de la comunicación como realidad vigente, se imbrican en la globalización y el multiculturalismo. En efecto, las posibilidades de transformación social se encuentran en la economía y en los espacios por donde circulan los mecanismos de significación: industrias culturales, medios de comunicación, territorios de servicio y de consumo y en las relaciones políticas porque todos los anteriores hacen posible reunir, ontológicamente, a actores muy diversos en un mismo escenario, inestable y global, y donde el intercambio de propiedades, negociación y alianzas, entre humanos y no humanos, es moneda común.

La producción, el consumo y la apropiación de ideas y de conocimientos difiere esencialmente de la comunicación y de la socialización de las riquezas por cuanto se trata de rasgos sociales realizados y reproducidos mediante el trabajo inmaterial, intelectual y afectivo, cuya fuente es la memoria humana. En la paradoja del valor simbólico de la memoria estriba la ambigüedad de la Red como escenario digito-virtual de reconocimiento social. Un signo no material, no deja de convertirse en mercancía, toda vez que se puede objetivar, circular, intercambiar y ser vendido.

Otra razón en la producción de sentido al interior de Internet manifiesta relación con las transiciones de lo digital-virtual. Estas ocurren en el razonamiento, la funcionalidad, la estructura y la epistemología como resultado de la tecnociencia y posibilitadas mediante tecnologías como: teléfono, radio, televisión, dinero electrónico, redes telemáticas, multimedia e hipertexto.

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