En relación a la decisión ¿Pedir ayuda profesional para superar la pena por la pérdida de mi pareja? esta es una opinión de Jesús Ángel García-García
- Jesús Ángel García-García
- Medicina de familia
Esta es mi opinión de experto
"Vivir la muerte de un ser querido es probablemente una de las cosas más difíciles por las que pueda pasar una persona. La experiencia es única y distinta para cada persona y ninguna pérdida es comparable a otra, por lo que cada doliente siente y expresa su dolor de una sola manera, la suya."
Jesús Angel García-García, en colaboración con Victor Landa Petralanda, en el artículo "Cuando muere tu pareja...La pérdida y el duelo en la mujer2, en la web Fisterra, afirman que: "Cuando muere tu pareja el dolor que sientes puede ser tan terrible y dispara emociones tan fuertes, que te darán miedo y te parecerán imposibles de soportar; o puede que no sientas tanto dolor como esperabas…, o que no sientas nada..., y es que estás bloqueada..., no pienses que no le querías o que eres mala, no enterarte muy bien de lo que pasa es una defensa de la mente para no romperse... puedes desesperarte, estar enfadada con todos y contigo misma..., rabiosa, agresiva, irritable…, y sentirte celosa de las otras parejas…, o culpable por no insistir más en que dejara de fumar o se cuidara; se lo dijiste tantas veces... y no te hizo caso..., e incluso experimentar alivio... porque finalmente ha dejado de sufrir..., y se acabó todo..."
"¿Qué puedes hacer para sentir cierto alivio y consuelo? cuidarte física y mentalmente, darte tiempo. Al principio no te fuerces a comer más de lo que te apetezca. Trata de hacer ejercicio físico regular: pasear, correr, nadar, andar en bici… te ayudará a relajarte. ¡Ojo! al café, te pone más nerviosa y te da más angustia; ¡cuidado con el alcohol!, puede llevarte a la depresión; controla el tabaco, se puede convertir en un problema serio; y utiliza los medicamentos razonablemente, si tienes dudas al respecto consulta con tu médico de familia."
"Procura llevar una vida lo más equilibrada posible, donde tengas un tiempo para el reposo, el trabajo, y la reflexión o la oración si eres creyente. Sé muy paciente contigo misma; recuerda que lo que te ocurre es normal en tu situación, aun cuando a menudo te encuentres desbordada y desorientada. Intenta mantener el contacto con los que te quieren: familiares, amigos,... y si por tu dolor te habías apartado... vuelve poco a poco a relacionarte con ellos; es importante tener familiares y amigos con los que puedas hablar, te ayudarán. No te importe volver a contar lo que ocurrió, habla de cómo falleció…, de lo que sentiste, lo que hiciste…Revisa los recuerdos de tu vida en común, los buenos… pero también los malos, te aliviará. Ten presente que tu dolor es único, es tuyo, y por lo tanto no es comparable; no midas, pues, lo que progresas comparándote con otros, no sirve. Permítete llorar, el llorar profundamente alivia de verdad, es un desahogo y una “salida” a tu dolor acumulado. Cuando te venga la culpa, reflexiona… y repasa lo que hiciste, “hice esto, y lo otro, y lo de más allá…”, ¿de verdad piensas que podías haber hecho más de lo que hiciste…?"
"El luto interior lleva su tiempo y las emociones van y vienen, y a veces -como decíamos antes- a golpes, ve a tu ritmo. Quiérete y no seas muy crítica contigo misma, insistimos, tómate tu tiempo. Busca sostén tanto dentro como fuera de la familia; tus familiares son seres humanos y tienen sus limitaciones, piensa que probablemente cada uno tenga lo suyo, para ellos era su hermano, su padre… A muchos se nos ha educado para ser independientes y nos cuesta pedir ayuda, pero todos la necesitamos; solicita ayuda y acepta la que se te ofrece. Te aseguramos que llegará un momento en el que tu vida volverá a encarrilarse, pero también te decimos que nada será igual, hay un antes y un después, y por eso te recomendamos que busques nuevas maneras de hacer las mismas cosas que antes hacías y que hagas cosas diferentes, piensa que ahora siempre hay alguien que te puede ayudar desde el otro lado. Permítete volver a vivir."