En relación a la decisión ¿Utilizar métodos anticonceptivos? esta es una opinión de Pere Font

Sí

• Pere Font
• Máster en Promoción de la salud

Esta es mi opinión de experto

Tenemos la suerte de vivir en una época en que los seres humanos podemos decidir cuál es la finalidad de nuestras relaciones sexuales. Tenemos relaciones sexuales como una forma de expresar y compartir sentimientos de diversa intensidad, tenemos relaciones sexuales como fruto de un encuentro casual o como fruto de un vinculo; tenemos relaciones sexuales por simple deseo y por placer; tenemos relaciones sexuales para tenir hijos... Nosotros decidimos.

 Pensar que la sexualidad solo sirve para tenir hijos es fruto de una profunda ignorancia y de un gran desconocimiento sobre el papel de los afectos y la relación interpersonal en los seres humanos. Nuestra capacidad de relación y de expresión de emociones y de afectos es grandiosa, y esta puede incluir la sexualidad o no, según nos apetezca. La sexualidad no es buena ni mala en sí misma. Aunque en la mente de los fanáticos religiosos o los moralistas se suele entender así. Es pura soberbia. Incluso una organización como la Organización Mundial de la Salud hace algunos años acuñó el termino Salud sexual, y lo relacionó con una vivencia positiva de la sexualidad y de las relaciones sexuales, lo que incluía el control de la reproducción, es decir la libertad que tiene una pareja para decidir libremente si quiere tenir hijos o no y en qué momento, sin tener que renunciar a una vida sexual afectiva y gratificante.

 La sexualidad es un elemento muy importante en las relaciones de pareja y renunciar a ella, por tener una idea equivocada sobre la reproducción, conlleva un gran malestar y una gran frustración, sin que haya ninguna necesidad. La sexualidad, el deseo, el placer, la intimidad, la expresión de afecto, las carícies, el contacto físico, las emociones, los sentimientos... son propios de nosotros como seres humanos, y nuestro mundo afectivo y relacional es una gran vía para la realización del ser humano como tal. Los métodos anticonceptivos son un recurso fundamental para la libertad de las mujeres y también de los hombres.